El Gobierno decidió fijar un precio máximo para el gas LP, pues su aumento ha impactado tanto a los hogares mexicanos como a productos de la canasta básica que lo requieren para su elaboración, como el pan y las tortillas.
Sin embargo, empresas distribuidoras y comercializadores de gas LP se han expresado en contra de la medida, llamando a un paro de operaciones. Aquí te contamos qué pasa con el tope a este energético.
Mercado del gas LP: antes y después
Previo a 2017, el mercado del gas LP estuvo 11 años regulado por el Gobierno, es decir, México estaba dividido en 145 regiones, a las cuales se les asignaba un precio máximo por un decreto del Ejecutivo y sin tomar en cuenta los precios de referencia internacionales, lo que permitía tener precios menores, pero que no reflejaban el costo real de toda la cadena de adquisición, distribución y comercialización de la molécula.
Para 2017, y como antecedente la reforma energética de 2013 con la que se liberó al sector energético, los precios de venta final al público empezaron a ser determinados por los permisionarios (las empresas de gas LP), según las actividades de comercialización, distribución y expendio, con la finalidad de que empezaran a existir condiciones de mercado abierto, es decir, competencia en precios.
¿Y ahora?
Tan sólo en el primer semestre de 2021, el precio del gas LP tuvo un incremento del 20.8 por ciento, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi.
Esto se debe al mercado internacional, donde los precios de referencia para los hidrocarburos han subido de manera importante ante una mayor demanda de energía tras el paro económico por la pandemia.
Bajo ese argumento, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el pasado 7 de julio la creación de la empresa Gas Bienestar, administrada por Pemex, que tendrá la finalidad de vender el combustible a un menor costo del ofrecido por los privados.
Sin embargo, mientras se prepara su creación, la Secretaría de Energía (Sener) emitió el 27 de julio una Directriz de Emergencia para el Bienestar del Consumidor de Gas Licuado de Petróleo, con la cual, exhortó a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) un cambio en la metodología para poder volver a regular el precio del gas LP.
Para el 29 de julio, la CRE propuso, votó y publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la nueva metodología para fijar un precio máximo, que tendrá una vigencia durante los próximos seis meses.
Esto establece:
- El sábado pasado, se dieron a conocer los nuevos precios máximos que se aplicarían a las 145 regiones del país, como estaba previo a la liberación de precios.
- El precio promedio nacional que aplicará para esta semana y que será ajustado cada sábado es de 22. 61 pesos por kilo de gas LP y de 12.21 por litro.
- Para la Ciudad de México, a todas las alcaldías se les aplicó el mismo límite de precio para el kilo de gas LP, que será de 21.33 pesos y de 11.52 por litro.
- En otros estados, sí hay diferencia de precios entre municipios, por ejemplo, para Monterrey, Nuevo León, el precio máximo será de 21.42 por kilo y 11.56 por litro.
- Mientras que para Jalisco, específicamente Guadalajara, el precio será de 22.24 por kilo y 12.01 por litro.
Alzan la voz y advierten riesgos
Diversas asociaciones de gas LP, especialistas e incluso la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) se pronunciaron en contra de la medida, pues:
- Dañará la competencia de mercado
- Hay posibilidad de desabasto de gas LP para regiones apartadas, en las cuales ya no será rentable comercializar
- Impulsará al mercado de combustible ilícito
«La lógica detrás de este mecanismo es que únicamente en mercados en los cuales no existen condiciones de competencia deben establecerse precios máximos. De lo contrario, la regulación de precios podría tener consecuencias como el desabasto o escasez de gas LP».
¿En dónde queda el consumidor?
Tras la polémica que se ha generado, el Gremio Gasero Nacional, que agrupa a los comisionistas, es decir, quienes reparten el gas de casa en casa, dijeron que el tope al precio de ese combustible causará que no generen suficientes ingresos para pagar salarios y logística de despacho, pues tendrán un margen mínimo de ganancias.
Por lo tanto, este 3 agosto decidieron no laborar, cerraron varias plantas de distribución y no dejaron operar a autotanques y camiones cilindreros, lo que impidió la venta de gas LP a los hogares de Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo.
Cabe mencionar que la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP (Amexgas) y la Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADG) se deslindaron de las acciones tomadas por los comisionistas, pese a no estar del todo de acuerdo con el tope a los precios.