Iban a buscar de cenar… y terminaron perseguidos a balazos y sin su vehículo, que se llevaron policías.
De regreso, una llanta rechinó y se bajaron a revisarla, pero al ver que un vehículo se acercaba a la calle solitaria y apenas iluminada decidieron subierse y arrancar.
Detrás de ellos se escucharon balazos y su reacción fue acelerar. Cuando pudieron ver que eran policías municipales se detuvieron. Fueron bajados a golpes.
Quedó videograbado el momento en que los subieron a la unidad número MEO72A-1 y cuando uno de los uniformados se llevó el coche particular. No les explicaron por qué se los llevaban ni hacia dónde. Finalmente, los dejaron en una zona conocida como Santa Lucía.
«Bájense y no volteen, caminen hijos de la chingada», escucharon decir a uno de los uniformados y le hicieron caso.
Caminaron media hora y en una unidad habitacional les prestaron un teléfono para pedir ayuda.
Todo ocurrió entre la noche del 29 y la madrugada del 30 de julio. Tras cuatro días pudieron presentar una denuncia por secuestro y robo en Toluca.
Es fecha que el auto no aparece y ahora temen represalias, pues en el vehículo había identificaciones.