
Tras la aprobación del Subcomité Técnico Regional Covid-19 Sureste, el gobierno de Ramos Arizpe endurecerá las acciones para sancionar el incumplimiento en el uso del cubrebocas.
El alcalde José María Morales Padilla descartó que se pretenda una “cacería de brujas” con fines recaudatorios, sin embargo, el aumento constante de casos positivos obliga a medidas más drásticas para garantizar la aplicación de los protocolos sanitarios.
La portación del tapaboca – que es una medida obligatoria a través de Decreto Estatal – será supervisada desde los salones de fiestas, comercio, mercados, hasta los automovilistas y transeúntes.
“Si una persona que se niega a usar cubrebocas aborda el transporte público, entra a un restaurante, entra a un bar, al momento de hacer inspecciones y detectar este tipo de situaciones lo que vamos a hacer es clausurar. También es importante que los dueños de establecimientos tomen las medidas pertinentes sino van a ser coparticipes y serán afectados por la situación. Ahí no habrá multas sino clausuras”.
En tanto que, a través de la Policía Preventiva Municipal habrá más vigilancia para turnar al juez calificador a quienes sean sorprendidos sin el tapabocas quienes podrían recibir una multa superior a los 800 pesos.
Incluso, el edil exhortó a la población a denunciar a quienes se nieguen a acatar esta medida ya que ponen en riesgo la salud de la ciudadanía.
“Invitaría a que denuncien, a través de Seguridad Pública, pero también invitaría a que seamos coparticipes de este momento tan crítico que estamos viviendo”, añadió.