Un seguidor de QAnon que fue detenido por haber asesinado a sus dos hijos pequeños en Rosarito, Baja California, aseguró que estaba convencido de que los niños «tenían ADN de serpiente» y creía que «se convertirían en monstruos», según la demanda preparada por agentes federales.
Matthew Taylor Coleman, de 40 años, dijo que sabía que estaba haciendo mal, pero que ese «era el único curso de acción que salvaría al mundo».
Coleman fue acusado el miércoles de llevar a sus hijos, un niño de dos años y una niña diez meses, a México y matarlos allí antes de regresar a Estados Unidos.
Una declaración jurada en apoyo de la denuncia penal dice que la investigación comenzó el sábado 7 de agosto cuando la esposa de Coleman se comunicó con la Policía de Santa Bárbara, California, para informar que su esposo había dejado la residencia de la pareja en una camioneta Sprinter y ella no sabía a dónde se habían ido.
Coleman sólo dijo que los llevaría a acampar, pero se negó a decirle dónde y no respondió las llamadas ni los mensajes de texto. Tampoco llevaba una silla de auto para niños.
Al día siguiente, la esposa de Coleman presentó un informe de personas desaparecidas. Usando una aplicación en su ordenador, la mujer pudo determinar que el teléfono de Coleman estaba en Rosarito, Baja California.
El mismo servicio de localización de teléfonos mostró que Coleman estaba cerca del puerto de entrada de San Ysidro en la frontera entre Estados Unidos y México. El FBI envió a sus agentes a San Diego para que contactar a Coleman, quien entró a Estados Unidos en la camioneta Sprinter sin los niños.
Los agentes del FBI se comunicaron autoridades de Rosarito y se enteraron de que esa mañana habían recuperado los cuerpos de dos niños que coincidían con la descripción de los hijos de Coleman.
Los asesinó con un arpón
Coleman confesó haber disparado a sus dos hijos con un fusil de pesca submarina o arpón y haber abandonado sus cuerpos en México. El hombre citó teorías de QAnon donde aseguró que sus hijos se convertirían en monstruos.
También dijo a los agentes que estaba «iluminado por las teorías conspirativas de QAnon y los Illuminati y que estaba recibiendo visiones y señales que revelaban que su esposa poseía ADN de serpiente y se lo había transmitido a sus hijos«.
En sus declaraciones a la autoridades federales, Coleman dijo que creía estar «salvando al mundo de los monstruos». El hombre fue acusado de asesinato en el extranjero de ciudadanos estadunidenses.
Confesó al FBI durante una entrevista que llevó a su hijo de 2 años y a su hija de 10 meses a Rosarito, México, donde les disparó en el pecho con una «pistola arpón para pesca», según la declaración jurada presentada por un agente del FBI con la denuncia penal.
Coleman señaló que «creía que sus hijos se convertirían en monstruos al crecer, por lo que tenía que matarlos», se añade en el documento.
Un trabajador agrícola encontró los cuerpos de los niños el lunes en un rancho ubicado cerca de Rosarito, en el estado de Baja California, según dijeron las autoridades locales.
Coleman y los niños se registraron el sábado en un hotel de Rosarito. En imágenes captadas en video se les vio saliendo del lugar el lunes antes del amanecer, informaron las autoridades mexicanas.
El hombre volvió solo horas más tarde y después registró su salida del hotel, añadieron las autoridades.