A medida que la vacunación en EU se ha desacelerado significativamente desde su punto máximo, en América Latina ha aumentado drásticamente con una gran cantidad de países ahora aplicando vacunas contra Covid-19 a una tasa mucho más alta que su vecino más rico del norte.
El progreso en América Latina se basa en dos factores que han recibido poca atención: en muchos países la gente está ansiosa por vacunarse y confía en las vacunas, más que en muchos países más ricos, incluyendo a EU.
Al mismo tiempo, los problemas de suministro se están superando lentamente. Ahora está llegando un número mucho mayor de vacunas de EU, Reino Unido, Rusia y China, permitiendo a los funcionarios de salud locales acelerar el ritmo.
«América Latina siempre ha sido un paladín de la vacunación y la gente confía en las vacunas», dijo Patricia García, ex Ministra de Salud y epidemióloga peruana. «Si podemos obtener un suministro suficiente de vacunas, podemos ponernos al día».
Aproximadamente dos tercios de las personas en Chile y Uruguay están completamente vacunadas, en comparación con aproximadamente la mitad en EU. La mayor parte del resto de América Latina sigue rezagado a EU en la proporción de personas con una o ambas dosis de la vacuna, pero múltiples países rápidamente están cerrando la brecha.
En las últimas semanas, Brasil, que tiene 30% menos población que EU, ha estado aplicando casi 1.5 millones de dosis al día, el doble de las aproximadamente 750 mil dosis diarias en EU, reporta Our World in Data. En una base per cápita, Estados Unidos está vacunando actualmente a la mitad del índice de México y un tercio del índice de Perú, Colombia y Argentina. La semana pasada, Panamá vacunó a su población a una tasa seis veces mayor que la de EU.
Si bien podría esperarse una desaceleración en los índices de vacunación a medida que un país inocula a más de sus ciudadanos, EU todavía tiene decenas de millones de personas que son elegibles, pero no vacunadas, reflejan los datos.
Un ritmo más rápido de vacunación llega muy ansiado en una región que ha sido la más afectada durante la pandemia a juzgar por algunas métricas. Con el 8% de la población mundial, Latinoamérica representa aproximadamente un tercio de las muertes mundiales por la pandemia, arrojan cifras de la Universidad Johns Hopkins.
La tasa de vacunación per cápita promedio de Sudamérica supera con creces a regiones como África, y está por delante de muchas naciones más desarrolladas como Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur, de acuerdo con Our World in Data.
Las muertes y los casos nuevos han disminuido sustancialmente en Sudamérica durante los últimos dos meses, después de un aumento a principios de este año. Pero ahora, la variante Delta está avanzando en la región, amenazando con una nueva oleada en las próximas semanas. México ya ha visto un aumento en casos y muertes debido a Delta.
Si bien EU se adelantó a muchos países al implementar la vacunación masiva contra el Covid-19, alcanzando un pico de 3.4 millones de dosis al día a mediados de abril, la tasa se ha desacelerado significativamente. Una encuesta Gallup realizada en junio mostró que el 20% de los estadounidenses dicen que es poco probable que se vacunen en este momento. Eso ha llevado a los funcionarios locales a tentar a más personas a inocularse ofreciendo de todo, desde cerveza gratis hasta boletos para parques de diversiones.
En contraste, las personas en la mayoría de los países latinoamericanos aceptan más las vacunas, arrojan las encuestas. Cuando las autoridades de salud brasileñas ofrecieron vacunar a todo el poblado de Serrana en Brasil como parte de un experimento para probar la eficacia de la vacuna china Sinovac, el 96% de los adultos elegibles terminaron vacunándose.
Las personas en América Latina aceptan más las vacunas en parte porque temen enfermarse y no recibir la atención médica adecuada en hospitales públicos con fondos insuficientes, dicen los expertos. En México, entre el 35% y el 50% de los pacientes con Covid-19 mueren en hospitales públicos, así como ocho de cada 10 a los que se les coloca un ventilador, revelan estadísticas del Gobierno.
«El sentimiento a favor de las vacunas sería más fuerte en Latinoamérica debido a la falta de servicios de cuidado de la salud», dijo Irene Bosch, científica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quien trabaja en políticas de salud en América Latina. «La única esperanza es obtener protección».
Algunos países en la región, como Brasil, también tienen un historial exitoso de campañas de vacunación masiva para combatir enfermedades como la fiebre amarilla. Centros de investigación como el Instituto Butantan, de São Paulo, se han consolidado como importantes productores de vacunas en la región.
En toda la región, la gente ha tomado grandes medidas para vacunarse. Cientos de miles de personas desde México hasta Argentina volaron a Miami, Houston y Nueva York para vacunarse antes de que las vacunas estuvieran disponibles en América Latina, a menudo gastando miles de dólares por viaje.
En Lima, la capital de Perú, las filas serpentean alrededor de parques, el zoológico de la ciudad, estadios y un estacionamiento en la playa donde el Gobierno está llevando a cabo «maratones de vacunación» al mantener los sitios de vacunación abiertos día y noche desde el viernes en la mañana hasta el domingo en la noche.
Si bien el Presidente Jair Bolsonaro, de Brasil, ha sido uno de los críticos más feroces de la vacunación en la región, los brasileños lo han ignorado en gran medida, incluyendo a varios miembros de su gabinete interno que dijeron haberse también vacunado en la primera oportunidad.
Varios países han dependido más de las vacunas chinas que son menos efectivas que las inyecciones hechas en Occidente, lo que llevó a los funcionarios a comenzar a pensar en una tercera dosis de vacunas para enfrentar variantes como Delta.
Chile, una de las naciones más ricas de la región, ha tenido una exitosa campaña de vacunación. Pero aún se vio afectado por un aumento en los casos a principios de este año, ya que dependió de la vacuna china Sinovac. Con más del 80% de los adultos chilenos completamente inmunizados, a los expertos en salud pública aún les preocupa que el país sea vulnerable a la variante Delta, lo que llevó al Gobierno el miércoles a comenzar a ofrecer una tercera inyección de refuerzo de una vacuna occidental para las personas que recibieron Sinovac.
Claudia Cortés, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de Chile, destacó que Delta provocará un aumento en casos nuevos. «Sabemos que vamos a tener una tercera o cuarta ola, pero esperamos que sea más pequeña».
– Kejal Vyas, en Bogotá, y Samantha Pearson, en São Paulo, contribuyeron a este artículo.