Para el 2045, México ocuparía el 8 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) para el pago de las pensiones, ocasionado por el envejecimiento poblacional, de acuerdo con el Banco Mundial (BM).
El gasto en pensiones en el País para 2021 es el equivalente a 4.9 por ciento, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En las naciones latinoamericanas existe una correlación entre la tasa de dependencia de adultos mayores y el gasto público en pensiones como porcentaje del PIB, es decir, conforme aumenta la dependencia de los adultos mayores, incrementa el esfuerzo para financiarlos, según el documento «Cuando tengamos sesenta y cuatro» del BM.
«El gasto previsional puede ser desagregado en dos componentes de relevancia conceptual: el envejecimiento poblacional, medido a través de la tasa de dependencia de adultos mayores, y el grado de generosidad del sistema, es decir, el alcance y la suficiencia de la cobertura», explica el informe.
El Banco Mundial destacó que los sistemas de pensiones latinoamericanos fueron creados desde principios y mediados del siglo XX, cuando prevalecía un régimen demográfico muy diferente, por lo que no ha existido una preparación para la situación generacional que se avecina.
«Todos los sistemas han pasado por reformas significativas desde su creación, pero en la mayoría de los casos dichas reformas han sido reactivas, han procurado corregir los problemas ya existentes, en vez de proactivas, es decir, preparar a los sistemas para el futuro.
«En ausencia de cambios en los parámetros de los sistemas de pensiones, es probable que la presión financiera crezca en el mediano y largo plazo», detalla el documento.
Así que hay una tendencia creciente del gasto público en pensiones a medida que la población de los países pasa a la etapa de envejecimiento.
Conforme los países de América Latina consiguen que se incremente su PIB per cápita y mejoran sus niveles de desarrollo, las condiciones se aproximan más a las que se tienen en los países desarrollados.
El BM advierte que los cambios tecnológicos que se están dando en los centros de trabajo de los países que componen la región, deben ser enfrentados al mismo tiempo que la población registra su natural envejecimiento.
«La demografía y el cambio tecnológico se encuentran en América Latina durante una coyuntura crítica en la historia de la región.
«La automatización, la robotización y la destrucción y recreación de tareas, y de empleos, se producirán, en muchos países, junto con el envejecimiento poblacional», expone el informe.