Por Agencias
Ante la huida de personas en Afganistán por la llegada del Talibán, Turquía acelera la construcción de su muro en la frontera con Irán.
Por el momento han construido 5 kilómetros, pero esperan llegar a 295 kilómetro.
El muro contra los afganos
En julio, las autoridades turcas anunciaron la construcción de un muro de hormigón en la frontera turco-iraní en la provincia de Van, con 3,5 kilómetros ya completados y con una extensión proyectada de 64 kilómetros, para reducir tanto el contrabando como la llegada de migrantes irregulares.
Esta semana Erdogan subrayó en una entrevista que ese muro estaba diseñado para detener a los inmigrantes afganos y que el país tomará más medidas en función de la situación, aunque por el momento la cifra de llegadas no ha aumentado.
El objetivo es blindar los 295 kilómetros de frontera con Irán, y, según Erdogan, se ha instalado un sistema de video vigilancia en 79 kilómetros y se ha reforzado la frontera con fuerzas adicionales.
«Los muros se están construyendo para evitar que estos migrantes irregulares entren en nuestro país», subrayó el presidente turco.
Pese a todo, los afganos siguen llegando y la policía solo ha empezado a actuar en las últimas semanas, tras el debate político desatado, sostiene en conversación telefónica con Efe el abogado Mehmet Karatas, presidente de la sección turca de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) en Van.