Hace un año, Rafael Caraveo Opengo fue exhibido en un video recibiendo bolsas de dinero como parte de los sobornos que el gobierno de Enrique Peña Nieto entregó a legisladores para que se aprobara la reforma energética.
Caraveo Opengo, colaborador del ex senador panista Jorge Luis Lavalle, reconoció ante la Fiscalía General de la República (FGR) haber participado en al menos ocho entregas entre enero y agosto de 2014, las cuales sumaron un total de 97 millones 190 mil pesos.
A pesar de esta confesión y del video en el que aparece recibiendo fajos de dinero, el Ministerio Público de la Federación dijo “no contar con elemento alguno que lo vinculen con la conducta delictiva”.
Incluso, la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero concluyó que Rafael Caraveo “pudo haber sido engañado”, pues no tenía conocimiento del origen y fin de los recursos.
“…no existe indicio alguno que pueda siquiera hacer presumir de manera fundada que el señor Rafael Jesús Caraveo Opengo tenía conocimiento del motivo, origen y fin de los recursos que recibía.
“De la declaración de Rafael Jesús Caraveo Opengo se advierte que él no sabía de ese esquema irregular de recepción de recursos, que no sabía su origen, que pudo haber sido engañado y que las ocasiones que acudió a recibir dinero, sabía que era una cuestión distinta, atendiendo a las instrucciones y manifestaciones de su superior jerárquico”, aseguró la FGR en un escrito dirigido al juez Marco Antonio Fuerte Tapia como parte del caso de Jorge Luis Lavalle.
En el oficio UIL-B-CGI-083/2021, la defensa del ex senador panista cuestionó que Rafael Caraveo, contador público por la Universidad Autónoma de Campeche y con un posgrado en fraude fiscal y prevención de blanqueo de capitales por la Universidad de Castilla-La Mancha, pudiera ser engañado.
“Refiere la defensa que resulta increíble que Rafael Jesús Caraveo Opengo, siendo un adulto, preparado y conformación de contador y fiscalista fuera engañado con pretextos infantiles, lo que es contrario al pensar reflexivo y a las máximas de la experiencia”.
En este documento, incluido en la carpeta de investigación FED/SEIDF/CGI-CDMX/0000865/2020, iniciada a partir de la denuncia de Lozoya, la FGR dio por válidas declaraciones ministeriales de Rafael Caraveo como la realizada el 4 de septiembre de 2020, cuando descartó haber sospechado de estos actos de corrupción porque, por “costumbres” de su tierra natal, “somos gente muy confiados”.
“…las costumbres que tenemos en mi tierra natal, Campeche, es de confianza, pues somos gente abierta, alegre, y muy confiados, por lo que nunca tuve sospecha de que los actos en los que me vi involucrado se trataran de actos de corrupción.
“Me indigna que me hayan involucrado en posibles actos de corrupción, a los que bajo juramento de palabra de usos y costumbres de mi estado natal, así como de mis principios éticos, morales y profesionales, no participé con conocimiento de causa y tampoco tuve beneficio alguno de tales actos”.
En esa comparecencia ante la FGR, a la que fue llevado por el propio Emilio Lozoya, Rafael Caraveo relató que la primera vez que recibió dinero fue a finales de 2013, cuando su jefe y entonces senador del PAN, Jorge Luis Lavalle, le pidió “recibir unos expedientes que él tenía que revisar”.
Dicha entrega se llevó a cabo en la esquina de la entonces Secretaría de Desarrollo Social -ahora Bienestar-, y fue José Velasco Herrera, trabajador cercano de Lozoya, quien a bordo de una camioneta Suburban le entregó una maleta de tela negra tipo deportiva con “misma que abrió y la cual no contenía expedientes como me lo había hecho saber el señor Jorge Luis Lavalle, sino que en su interior había fajos de dinero, hasta donde alcancé a percibir era billetes de denominación de 500 pesos.
“Ante la sorpresa le llamé vía telefónica al señor Jorge Luis Lavalle diciéndole que lo que me querían entregar no eran expedientes sino una maleta con dinero, a lo que él me instruyó que estaba bien y que recibiera la maleta y se la llevara”.
La FGR hizo testigo a Rafael Caraveo en la denuncia de Lozoya y en particular en la indagatoria en contra de su ex jefe Jorge Luis Lavalle; su declaración fue determinante para que un juez decidiera vincular a proceso al panista, único detenido por la denuncia de Lozoya.