Entre el caos, gritos y mítines en la Universidad Autónoma de Coahuila, a causa de la mala organización de los miembros de la Secretaría del Bienestar en el esquema de vacunación contra el Covid-19, los jóvenes que acamparon y faltaron a sus labores este martes demostraron su hartazgo porque se quedaron sin vacunas.
El problema inició desde las 19:00 horas de este lunes, cuando se filtró la información (falsa según los miembros de la Secretaría de Bienestar), sobre la existencia únicamente de poco más de 7 mil dosis del biológico de AstraZeneca, para un incontable número de personas de entre 18 y 29 años de edad, con domicilio en la capital de Coahuila.
Ante dicho anuncio que se viralizó en redes sociales, los jóvenes y padres de familia de algunos, optaron por hacer fila desde las 22:00 horas del lunes, para lograr obtener un lugar dentro de los supuestos 7 mil que existirían, mismos que solamente se aplicarían en el módulo peatonal de la UA de C en Arteaga. Fue durante la madrugada del martes, que se les dio acceso a las instalaciones de la Ciudad Universitaria, para que no durmieran en la intemperie.
Según los presentes en este campamento improvisado, se les avisó que se cambiaron los planes y solamente se vacunaría a mil 500 personas de manera peatonal, y el resto se aplicaría en la modalidad vehicular, contradiciendo la información oficial que ya les habían señalado antes, por lo que comenzaron los problemas, pues quienes no lograron ingresar a los edificios de la Universidad, buscaban entrar a como diera lugar.
En punto de las 7:00 horas de la mañana, se decidió cancelar el esquema de vacunación, con una fila de autos que superaba los 15 kilómetros de largo, escuchando dicha indicación solamente quienes estaban cerca o dentro del Campus Arteaga de la UA de C, en ese momento es donde se desató el caos.
Los jóvenes que se quedaron afuera de los edificios buscaban ingresar a patadas, utilizando mesas como postes para golpear las puertas de cristal; mientras que los que se encontraban adentro del lugar, hicieron hasta lo imposible para impedir que estos entraran.
Las autoridades municipales se hicieron presentes inmediatamente, calmando los ánimos al exterior e invitando a todos los ciudadanos que abandonaran en lugar, pues las autoridades federales indicaron que ya no habría vacunación para nadie, lo que molestó a quienes estuvieron toda la noche esperando participar en la inoculación.
“No nos iremos sin hablar con el Delegado Reyes Flores, él me dijo que aquí estaría”, expresó una joven al Comandante Orlando Luna de Arteaga, mientras que los afectados cerraban las puertas atorando las mesas de registro.
Tanto fue la desesperación de los muchachos, que abrieron un formulario en la página de change.org en donde se pedía la renuncia del funcionario federal, misma que únicamente logró reunir 17 firmas.
Tras diez horas de caos, el Súper Delegado, Reyes Flores Hurtado, dio la cara a los jóvenes que quedaron en el lugar, pues muchos optaron por retirarse tras la llegada de los miembros de Ejército y la Guardia Nacional; con la encomienda de continuar invitando a los jóvenes para que se retiraran del lugar, pues no existían las condiciones de seguridad para llevar a cabo este esquema de vacunación.
La situación se convirtió en un debate entre los afectados y el Delegado Federal del Bienestar, pues ellos se negaban a retirarse sin ser vacunados, “yo perdí dos días de vacaciones por venir a vacunarme, días que necesitaré en un futuro”, indicó uno de los jóvenes; otra más le mencionó que a él únicamente le interesa lo que los medios de comunicación hablen de él y por eso dio la cara en el lugar, “a ti solamente te importa tu bienestar, no el nuestro”, exclamó.
Después de unas horas de dialogo, Flores Hurtado dio su brazo a torcer y mencionó que no existían 7 mil vacunas, que la cifra con la que contaban únicamente era de 3 mil 500, mismas que pidió de favor, “no se presumieran en redes sociales”, por respeto a quienes no alcanzaron o no se esperaron a que convencieran al Bienestar para ser utilizadas.
Finalmente, tras fluir los trabajos de vacunación, el acusado de atentar contra la salud de los saltillenses, según el formulario de Change.org, indicó que el padrón de jóvenes que se registró en la capital de Coahuila era de 134 mil ciudadanos, y que en total de vacunó a más de 140 mil, debido a que llegó un extra en la remesa, desconociendo el motivo por el cual aún existen personas sin ser inoculadas.
