Una de las presuntas víctimas de R. Kelly contó el jueves ante un tribunal en Nueva York que el cantante se consideraba un genio artístico que podía comportarse como quisiera sin ser juzgado, y que se comparaba a sí mismo con el roquero Jerry Lee Lewis, quien se casó con una niña.
La testigo, llamada simplemente Stephanie, aseguró que tuvo una relación de seis meses con Kelly a sus 17 años, en 1999, y recordó una conversación en donde el artista de R&B dijo que prefería las chicas jóvenes y no entendía por qué eso le importaba tanto a la gente.
«Mira a Jerry Lewis. Es un genio y yo soy un genio. Deberíamos ser capaces de hacer lo que queremos. Mira lo que le hemos aportado al mundo», aseguró la mujer parafraseando lo que dijo Kelly en referencia al influyente y polémico pionero del rock and roll, quien se casó con una prima suya, en segundo grado, de 13 años, en los años 50.
Stephanie, ahora de 39 años, es la tercera en acusar a Kelly ante una corte federal de Brooklyn, donde se lleva a cabo su juicio por asociación delictiva, explotación sexual de menores, secuestro, soborno y trabajos forzados entre 1994 y 2018.
La declarante aseguró que conoció al intérprete de «I Believe I Can Fly» en Chicago, y describió sus encuentros íntimos con Kelly como humillantes.
Afirmó, además, que una vez él la forzó a hacerle sexo oral en un coche con otras personas a bordo, y que solía dejarla sola y desnuda en un cuarto por horas; dijo que decidió dejar de verlo cuando cumplió 18 años.
«Me sentía usada, humillada y degradada», indicó.
Las dos primeras semanas del juicio incluyeron dolorosos testimonios sobre la supuesta red de abusos físicos, sexuales y emocionales a los que presuntamente sometió Kelly a sus víctimas durante más de dos décadas.
El famoso, ahora de 54 años, ha negado las acusaciones, y enfrenta entre 10 años de cárcel y prisión perpetua si es hallado culpable de todos los cargos.
Se espera que el juicio dure al menos un mes.