Por Enrique Aranda
Camino de Juan Diego…
Ahora sí que cría cuervos (de la CNTE) y…
En más de una ocasión en los últimos años, toda suerte de organizaciones sociales —empresariales, culturales, religiosas, etc— y autoridades civiles, han planteado la necesidad urgente de “recuperar” para la Ciudad de México y el país el patrimonio histórico y aprovechar el potencial económico, turístico y/o ambiental que ofrece la zona que acoge y circunda a la insigne y nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, en el Tepeyac.
Con mayor o menor éxito, unas y otras han debido cejar en su intento tras enfrentar la oposición o el franco rechazo de gobiernos liberales y/o de izquierda, arreligiosos en todo caso o, con mayor frecuencia, de colectivos o agrupaciones y auténticos cacicazgos que se han asentado en la zona hasta convertirla en centro de sus negocios y actividades no siempre lícitas.
Huelga recordar que, hoy por hoy, Guadalupe es el lugar sagrado más visitado en el mundo, como se evidenció en 2015 cuando, en el marco del Año Santo de la Misericordia, la Basílica de San Pedro en El Vaticano reportó haber recibido un total de 20 millones de turistas y peregrinos, mientras que la sede de la imagen de Nuestra Señora registró 22 millones… muchos más que la Ciudad Sagrada de La Meca, Tierra Santa y Jerusalén o la emblemática Catedral de Notre Dame, en París.
Pese a ello, la Villa de Guadalupe, el Parque Nacional El Tepeyac, la Zona de Conservación Sierra de Guadalupe y sus alrededores se encuentran hoy en condiciones paupérrimas, con altos índices delictivos y pobres condiciones de salubridad que, en la práctica, inhiben el paso, pleno disfrute o permanencia del turismo en la zona o, por ejemplo, que se pueda caminar del Centro Histórico a Tlatelolco y de ahí a la Basílica…una ruta que con frecuencia se torna tortuosa e insegura para el visitante e incluso para quienes ahí habitan.
Además del deterioro social y urbano, uno de los problemas críticos del área y de la capital es el ambiental pese a lo cual, el potencial que en ese rubro ofrece la zona se encuentra prácticamente desperdiciado por autoridades renuentes a aplicar políticas de preservación y/o mantenimiento…
Hoy surge la iniciativa Camino de Juan Diego, impulsada por la AC del mismo nombre que, amén armonizar sus objetivos con el Plan de Gobierno 2018-2024 y el Plan de Pastoral del Episcopado 2031-2033 —de cara a los festejos del Quinto Centenario de las apariciones de la Virgen en el Tepeyac—, plantea revitalizar la zona urbana de la Villa de Guadalupe y el rescate ecológico de la Sierra, a fin de detonar el desarrollo socioeconómico sustentable del norte de la ciudad y su zona metropolitana, vía el impulso del turismo cultural y religioso.
Propuestas, pues, hay. Habrá que ver si la voluntad oficial de ir adelante existe…
ASTERISCOS
*Ahora sí que “ya encarrerado el ratón…”, líderes y afines a Morena, igual que se hace desde Palacio, incursionan ya en el mundo de los negocios. El último caso: la apertura de tortillerías “piratas” —del Bienestar, claro— en el Estado de México, en Chalco, con el cuestionado Higinio Martínez, que quiere la gubernatura, y su socio Juan Hugo de la Rosa. Ufff…
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.