La refinería de petróleo de Texas que está comprando Petróleos Mexicanos ha acumulado una pérdida neta poco común de alrededor de 360 millones de dólares este año, lo que se suma a los desafíos que enfrenta México para buscar la independencia energética.
El gigante petrolero estatal mexicano acordó en mayo comprar la participación mayoritaria de Royal Dutch Shell Plc en la refinería de Deer Park. El cierre forzoso de la instalación durante el congelamiento de Texas a mediados de febrero llevó a registrar las pérdidas hasta julio, según personas con conocimiento de la situación.
Deer Park también ha luchado con la volatilidad del mercado durante la pandemia, y su deuda se ha disparado a más de mil millones de dólares en los últimos meses, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque no estaban autorizadas a hablar con los medios.
Pemex no respondió a una solicitud de comentarios. Shell dijo que no revela el desempeño financiero de los activos individuales.
El director ejecutivo de Pemex, Octavio Romero, dijo en mayo que Deer Park, una empresa conjunta entre Pemex y Shell, tradicionalmente había registrado ganancias, aunque incurrió en pérdidas debido a la pandemia el año pasado. En mayo tenía una deuda de 980 millones de dólares, dijo.
La pérdida neta de Deer Park este año, más de la mitad de los 596 millones de dólares que Pemex acordó pagar por la participación de Shell en la refinería, muestra cómo la estrategia del Gobierno para deshacerse de la dependencia de México de la energía extranjera puede ejercer aún más presión sobre las finanzas de Pemex. Su deuda supera ahora los 115 mil millones de dólares, más que cualquier otra compañía petrolera, luego de una década y media de caídas en la producción de petróleo.
El productor acordó comprar la participación del 50.1 por ciento de Shell en mayo utilizando fondos federales como parte de una estrategia del Gobierno para deshacerse de la dependencia de México de los mercados energéticos extranjeros.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder a fines de 2018 y prometió revivir a Pemex como una potencia productora de petróleo y restaurar la producción de combustible de México. Esa política ha implicado la construcción de una refinería de 8 mil 900 millones de dólares conocida como Dos Bocas en Tabasco, aumentando la producción en las seis refinerías existentes de Pemex y la compra de Deer Park.
La Secretaria de Energía de México, Rocío Nahle, ha encabezado el proyecto Dos Bocas y ha elogiado la compra de Deer Park por parte de Pemex por promover los objetivos de independencia energética del País.
En una entrevista reciente con Bloomberg, Nahle dijo que la refinería de Deer Park era rentable. «No, no es perder» dinero, dijo desde la oficina de la Secretaría en Villahermosa, Tabasco. «Pemex hizo un análisis comercial interno y externo con una empresa externa y los resultados que presentaron son muy buenos».
En junio, el representante de los Estados Unidos, Brian Babin, un republicano de Texas, publicó una carta al Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos oponiéndose al acuerdo porque afirmó que Pemex no tiene la experiencia ejecutiva, gerencial o técnica para operar el Deer. Estacionar la refinería de manera segura.
Pemex está bajo un mayor escrutinio internacional luego de dos incendios de plataformas costa afuera en otros tantos meses.