Por Rocío de Jesús
Teresa de Jesús Ortiz Arriaga, una mujer con dificultades para caminar denunció públicamente el trato indigno que recibió de parte de dos “servidores de la nación” en Casa Meced, cuando acudió a vacunarse,” de verdad espero que nunca se vean como yo”.
“Primero fui al Milo Martínez el domingo, pero me dijeron que por no tener número de turno no podría vacunarme ya que no le dan preferencia a los discapacitados, y que yo tenía que hacer fila como cualquier otra persona, entonces me regresé a mi casa”.
Teresa mencionó que ya estando en su casa, su hija se comunica con ella y le dice que en Facebook están anunciando que en Casa Meced hay suficiente biológico y poca gente.
“Entonces me vine hasta acá, llegué como al diez para la una, me mandan al área de discapacitados, pero la señorita me recibió muy mal, me cuestionó que porqué a esa hora, que debía haber llegado más temprano y a final de cuentas me dijeron que ya se había acabado el biológico y que ya no era hora”.
En eso se acerca un joven y me dicen que me vaya a las 8 de la mañana que porque ya era muy tarde y ya no había alcanzado.
“En eso volteé con la señorita que todo el tiempo me habló mal y le dije gracias por tu atención, eres muy grosera y me fui a mi casa”.
“Hoy me vengo temprano (ayer) me recogen mi papelería y todo y a la hora que me van a aplicar la vacuna enfrente del enfermero y de toda la gente que estaba ahí, me empiezan a hablar irónicamente”.
La servidora le dijo frases como “verdad que ahora sí alcanzó” “ah verdad ahora sí se levantó temprano” y aunque ella trataba de explicar el motivo por el que un día antes había llegado tan tarde, los servidores no la dejaban hablar.
Teresa le dijo que si continuaban con esa actitud hacia ella le hablaría a los medios de comunicación y la respuesta fue “háblenle, a nosotros nos vale”.
Comenta que fue un momento muy penoso para ella, ya que nadie merece ese trato, y finalmente tras reportarla con otra persona, la joven que la atendió acudió a disculparse.
“Discúlpeme señora, yo también tengo mamá y abuelitos y le dije si m´ija pero el daño ya lo hiciste, nada más le pido a Dios que no te ponga en el lugar que estoy yo”.