CIUDAD DE MÉXICO.-A tres días de que inicie formalmente la transición y a poco más de un mes de que tomen protesta, la relación entre el Gobierno de la Ciudad y los alcaldes electos de Oposición se tensó ayer al máximo.
Antes de iniciar el último Periodo Extraordinario del Congreso capitalino, siete integrantes de la Unión de Alcaldes de Oposición (UNA) realizaron una conferencia frente al Museo Nacional de Arte, en la que acusaron que los diputados de Morena buscaban sacar dos reformas que restan facultades a las alcaldías.
Al terminar, de forma sorpresiva, caminaron hasta Tacuba y Allende para intentar entrar al recinto legislativo y fueron bloqueados por policías antimotines. Sandra Cuevas, electa de Cuauhtémoc, fue cargada en hombros para burlar el cerco.
Simpatizantes de los alcaldes intercambiaron golpes y empujones con los granaderos. Lía Limón, de Álvaro Obregón, se llevó la peor parte y terminó con un golpe que le abrió la nariz.
«A mí, con uno de los escudos, la Policía me partió la nariz. Estas no son las formas. Señora Jefa de Gobierno, si uno de sus primeros actos se supone que fue desaparecer a los granaderos, es increíble que ésta sea su forma de iniciar el contacto y el vínculo con los alcaldes electos», externó Lía Limón tras la trifulca.
Tras la zacapela, los agentes recibieron la orden y los dejaron entrar.
Martí Batres, titular de la Secretaría de Gobierno, señaló que el operativo fue a petición de la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso. Cuando ocurrió el altercado, dijo, se encontraba con representantes de diversos partidos y consideró que sí les hubieran llamado, habrían logrado acceso.
«No había necesidad de ningún forcejeo, bastaba con una llamada que nos hicieran, ya sea a mi o a los coordinadores para que pudieran ingresar», dijo.
Batres dijo que les extraña mucho la situación debido a que está previsto que comenzaran a ser citados a partir de septiembre.
«Vamos a cotejar los hechos para ver qué ha sucedido. «Vamos a exhortar a los alcaldes a continuar el diálogo y condenamos la violencia, venga de donde venga», añadió.
Las reformas cuestionadas por la UNA tienen que ver con homologar la imagen de la Policía en la CDMX y la aprobación de reformas de desarrollo urbano para incentivar la edificación de vivienda de interés social.