
Por Marinana González
Cuando lo único constante es el cambio
no tengo a qué aferrarme.
Qué espanto;
Qué locura;
Qué horror;
Qué amor;
Qué delicia;
Qué maravilla;
Qué libertad;
No tengo a qué aferrarme.
Gracias por leerme.
Gracias por existir.
Te amo.
MG
Envíame un mensaje por FB o IG @integradoradevida para contarme si te cayó algún 20