Luego de pernoctar en dos albergues que improvisó el municipio, esta mañana una caravana de al menos 550 migrantes haitianos, con niños y mujeres embarazadas, inició por carretera y a pie el camino para llegar a la ciudad de Reynosa y cruzar hacia los Estados Unidos, en busca de asilo humanitario y de sus familiares.
Muchos de ellos salieron del país caribeño desde hace mes y medio, cruzaron Sudamérica y Centroamérica hasta llegar a Tamaulipas, una de las rutas más cercanas al país vecino.
Este viernes el Gobierno de Tamaulipas informó que en el filtro de revisión del Ejército de «La Coma», de la carretera Victoria-Reynosa/Matamoros, militares interceptaron a un grupo de más de 500 ciudadanos de Haití que viajaban ocultos en cerca de 15 autobuses de pasajeros procedentes de Poza Rica, Veracruz, con destino a la frontera.
Tras ser detectados por personal del INM, que fue rebasado por el numeroso contingente, bajaron de las unidades y comenzaron a caminar con los niños cargados en brazos, por la carretera hacia la cabecera municipal de San Fernando, a una media hora del punto donde estaban.
El director de Protección Civil municipal, Damián Dávila, en entrevista confirmó que los más de 550 haitianos que pernoctaron en los albergues del Centro de Convenciones y de la Iglesia «Cristo es el camino», dejaron las instalaciones para dirigirse hacia la ciudad fronteriza de Reynosa.
Esta localidad tamaulipeca se ubica a una hora y media de distancia por carretera.
Los haitianos avanzan en grupos por la vía hacia Reynosa, algunos a pie y otros de raid de automovilistas que se solidarizan con los extranjeros.
Emma, una de las decenas de jóvenes haitianos que durmió en el albergue del Centro de Convenciones, entrevistada por medios locales, precisó que hace mes y medio salió de su país.
Ha pasado por Colombia, Bolivia, Chile, Ecuador y de ahí a la frontera sur de México.
Tras el trayecto dijo que ha gastado cientos de dólares, que equivalen a cinco años de trabajo en la isla.
«Ya tiene como mes y medio de viaje. Porque yo me salgo el 2 de agosto y hoy en día yo creo que son 18 (de septiembre), entonces ya tiene como mes y medio viajando», indicó.
Dijo que excepto Colombia y México, el resto de los países les ha dado libre tránsito.
Varios miembros de las bandas de polleros que han tenido que pagar, dijo, que terminan por abandonarlos a la suerte a mitad del trayecto que pagaron.
«Tienes que llegar, pagar pasaje y a veces usted no puede viajar en viaje legal, se viaja en autos privados, ellos le piden mucho dinero como un transborde», contó con dificultad en español.
«Entonces, usted paga este dinero y no lo dejan en el destino a donde tiene que llegar, ellos lo dejan en el medio del camino y usted tiene que pagar con más dinero para poder seguir, entonces, así uno se gasta mucho, mucho, mucho», agregó.
A cerca de 150 kilómetros de Reynosa, dijo, que ya no cuenta con dinero para seguir.
En el trayecto relató que compró agua y algo de maní (cacahuate), para recuperarse y seguir el camino hacia la frontera.
No pocas noches, narró que ha tenido que dormir en el piso, porque no hay más.
En la estación del INE en Tapachula, Chiapas, advirtió que ya no caben migrantes, y los albergues han sido rebasados.
Otras veces, comentó, ha tenido la oportunidad de encontrar hotel donde pasar la noche para seguir el viacrucis.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) realizan rondines para resguardar el paso de la caravana de haitianos por Tamaulipas.