
Especial
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos iniciará este domingo con la deportación masiva de los miles de migrantes que acampan bajo el Puente Internacional Acuña-Del Rio.
Se trata de una nueva estrategia integral para afrontar la ola de migrantes en el sur de Texas y según se dio a conocer hay varios componentes claves.
El primero consiste en un plan inmediato de enviar 400 agentes federales para mejorar el control del área. Si se necesita personal adicional, se enviará más.
Desde el viernes, el puente de entrada de Del Rio se ha cerrado temporalmente y el tráfico se está desviando a Eagle Pass para administrar los recursos de manera más efectiva y garantizar un flujo ininterrumpido de comercio y viajes.
En segundo lugar, la Patrulla Fronteriza está coordinando con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Guardia Costera de los EE. UU. para trasladar a las personas de Del Rio a otras ubicaciones de procesamiento, a fin de garantizar que los migrantes irregulares sean detenidos y procesados rápidamente y retirados de los Estados Unidos de acuerdo con las leyes migratorias.
En tercer lugar, el DHS asegurará transporte adicional para acelerar el ritmo y aumentar la capacidad de los vuelos de retiro a Haití y otros destinos dentro de los próximos 3 días.
Cuarto, la Administración está trabajando con los países de origen y tránsito de la región para aceptar a personas que anteriormente residían en esos países.
En quinto lugar, el DHS está llevando a cabo acciones humanitarias urgentes con otros socios federales, estatales y locales pertinentes para reducir el hacinamiento y mejorar las condiciones de los migrantes en suelo estadounidense.
El DHS ha tomado una serie de medidas para garantizar la seguridad de las personas mientras esperan el procesamiento, incluida la disponibilidad de técnicos médicos de emergencia de la Patrulla Fronteriza y el suministro de agua, toallas y baños portátiles.
Por último, la Casa Blanca ha ordenado a las agencias estadounidenses apropiadas que trabajen con los gobiernos de Haití y otros regionales para brindar asistencia y apoyo a los repatriados.
La mayoría de los migrantes continúan siendo expulsados.
Aquellos que no puedan ser expulsados bajo el Título 42 y no tengan una base legal para permanecer serán colocados en procedimientos de deportación acelerados.
El DHS está realizando vuelos regulares de expulsión y deportación a Haití, México, Ecuador y los países del Triángulo Norte.
Más allá de los seis pasos descritos anteriormente, la Administración Biden ha reiterado que nuestras fronteras no están abiertas y que la gente no debe hacer el peligroso viaje.
Los individuos y las familias están sujetos a restricciones fronterizas, incluida la expulsión.
La migración irregular representa una amenaza significativa para la salud y el bienestar de las comunidades fronterizas y para la vida de los propios migrantes y no debe intentarse.