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MADRID, ESPAÑA.- El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha tildado de «deplorable» la situación en que se encuentran unos 14.000 migrantes y refugiados –en su mayoría haitianos– en Texas y ha instado a las autoridades de Estados Unidos a cumplir con sus obligaciones internacionales y no emprender devoluciones en masa.
El jefe de ACNUR, Filippo Grandi, ha reconocido estar «impactado» por las escenas que se están viviendo en la localidad de Del Rio, donde han recalado miles de personas que han emprendido «arduos viajes» desde distintos países del hemisferio occidental.
El hostigamiento por parte de agentes fronterizos a los migrantes que intentan cruzar desde México ha hecho que tanto la ONU como diversas ONG cuestionen las políticas que se estarían aplicando en este caso y el propio Grandi ha apuntado que, al margen de cualquier otra consideración, es necesario respetar los Derechos Humanos y el Derecho Internacional.
«Las expulsiones sumarias o masivas de individuos (…) sin examinar sus necesidades de protección no encajan con las normas internacionales», ha advertido el jefe de ACNUR, que ha exhortado al Gobierno de Joe Biden a derogar «inmediatamente» las restricciones fronterizas aplicadas con motivo de la pandemia de COVID-19.
Es el conocido como Título 42, una doctrina que Médicos Sin Fronteras también considera «dañina» y que, bajo la excusa de la pandemia, es «una forma de restringir el derecho de asilo». «Desde que se emitió la orden pública en marzo de 2020, Estados Unidos ha llevado a cabo más de un millón de expulsiones», ha lamentado la responsable de MSF en el país norteamericano, Avril Benoît.
Benoît también ha reclamado en un comunicado la suspensión «por motivos humanitarios» de los vuelos de expulsión a Haití, un país que vive inmerso en una crisis política y social, con una grave situación de inseguridad en el caso de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
«Es inconcebible devolver a los migrantes contra su voluntad a una situación de incertidumbre y peligro de muerte», ha señalado. «Cuando la gente busca seguridad en Estados Unidos, se les pone en aviones y se les obliga a vivir en este contexto es más que inhumano», ha criticado.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se ha unido a la condena del uso excesivo de la fuerza contra migrantes aplicado en la localidad de Del Río, así como la «expulsión masiva sin consideración de sus necesidades de protección».
En este sentido, el organismo ha recordado a Washington que «las políticas migratorias de fronteras deben adecuarse a las obligaciones internacionales, respetando la dignidad inherente a cada personas, el principio de no devolución y el acceso a asilo», por lo ha que urgido a la «protección integral de los Derechos Humanos de los migrantes».
Esta protección, ha precisado la CIDH a través de su cuenta de Twitter, debe estar «bajo el principio de solidaridad y en cooperación con la región, mediante procedimientos migratorios dignos y canales seguros para el reconocimiento de necesidades de protección».
Mientras desde la Casa Blanca se ha anunciado que se procederá a la devolución de los migrantes, altos funcionarios estadounidenses han asegurado este miércoles que el Departamento de Seguridad Nacional está liberando a algunos de los haitianos en Estados Unidos, informa CNN.
Este martes, sin embargo, el departamento fletó cuatro vuelos de repatriación desde Del Río con 523 haitianos a bordo hasta Puerto Príncipe.