RAMOS ARIZPE, COAHUILA. – Ante la incertidumbre sobre la afluencia de visitantes, son pocos los vendedores ambulantes que decidieron instalarse a las afueras de los panteones municipales.
Tanto en “San Nicolás” como en “San Ignacio” son apenas unos 15 comerciantes, entre floristas y vendedores de alimentos, los que decidieron probar suerte en torno a la conmemoración por el “Día de Muertos”.
“Aún no podemos hablar de cifras exactas porque los vendedores siguen llegando, ahora no se instalaron desde el fin de semana, sino que empezaron a llegar el lunes y otros quizá lo hagan el martes muy temprano porque no quieren arriesgarse a que se les quede el producto”, comentó Francisco Javier Vázquez Ramos, director de Servicios Concesionados.
Varios de los vendedores manifestaron su inquietud debido a que es baja la afluencia de asistentes en comparación a antes de la pandemia.
Francisco Rosales, florista desde hace 20 años, señaló que en promedio invierte 40 mil pesos para la adquisición del material con el que se elaboran los arreglos para las tumbas.
“En el Día de la Madre y el Día del Padre las ventas fueron muy bajas, se nos quedó casi todo, y ahorita estamos apostando a que pueda venderse un poco más, aunque vemos que nada es como antes. Traemos todo tipo de arreglos, flor de cempasúchil, en costos variados, y ojalá que nos vaya mejor”.
Autoridades y comerciantes coinciden en que se mantienen los estragos por la pandemia y hay dudas sobre en cuánto tiempo pudiera normalizarse el comportamiento.