Por Pascal Beltrán del Río
2024: la carta norteña
El fin de semana pasado, durante la toma de posesión de Rubén Rocha Moya como gobernador de Sinaloa, el líder senatorial, Ricardo Monreal, dijo que “al norte le toca tener un Presidente”. Refiriéndose a su propia intención de ser candidato en 2024, Monreal recordó que hace “muchas décadas” que no hay un presidente nacido en el norte del país. “Salinas de Gortari se decía del norte, pero realmente su vida se hizo en el centro (…) Pero ahora sí hay un auténtico norteño: yo soy de Zacatecas y somos parte del norte”.
En algo tiene razón Monreal: el último Presidente oriundo del norte fue el sonorense Abelardo L. Rodríguez. Nacido en Guaymas el 12 de mayo de 1889, ocupó el Ejecutivo entre el 2 de septiembre de 1932 y el 30 de noviembre de 1934. Los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo reclamaban raíces norteñas —de Nuevo León, el primero, y de Baja California, el segundo—, pero ambos nacieron en la Ciudad de México y nunca fueron gobernadores ni representantes de esas entidades en el Congreso. En 1994 y 2000, dos priistas norteños aspiraron a la Presidencia con grandes posibilidades de ganar la elección —el sonorense Luis Donaldo Colosio y el sinaloense Francisco Labastida—, pero al primero se le atravesó un asesino y el segundo fue derrotado en las urnas por el panista Vicente Fox.
Desde la oposición, algunos norteños han contendido por alcanzar el Ejecutivo —como Miguel Henríquez Guzmán, Luis H. Álvarez, Rosario Ibarra de Piedra, Pablo Emilio Madero, Manuel Clouthier y Cecilia Soto—, pero todos han quedado en el camino.
A lo largo de la historia, menos de la cuarta parte de los presidentes han sido norteños. Apenas 15 de 65. Entre ellos, Guadalupe Victoria, Manuel González, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Emilio Portes Gil. Son cinco coahuilenses, cinco sonorenses, dos tamaulipecos, dos duranguenses y un neoleonés. El resto de los estados del norte —Sinaloa, las Baja Californias, Chihuahua y Zacatecas— nunca ha sentado uno de los suyos en la silla presidencial. La enorme mayoría de los presidentes han sido originarios del centro y sur del país, de entidades como Ciudad de México (13) y Veracruz (8). Sin embargo, entre 1911 y 1934, como resultado de la Revolución, nueve de 14 presidentes fueron norteños.
Nacido en Fresnillo en 1960, Monreal sería el primer zacatecano en alcanzar la Presidencia, aunque su paisano Pedro Vélez (Villanueva, 1787) fue parte del triunvirato que gobernó durante una semana, en diciembre de 1829, luego del derrocamiento de Vicente Guerrero por Anastasio Bustamante.
Monreal parece haber decidido destacar un sello de sus aspiraciones presidenciales que lo distingue de sus contrincantes por la candidatura presidencial del oficialismo, los capitalinos Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. En julio pasado, el presidente de la Junta de Coordinación política encabezó un reconocimiento a los vocalistas del grupo Invasores de Nuevo León por su contribución a la música norteña e incluso interpretó la canción Eslabón por eslabón.
Desde que son competitivas las elecciones presidenciales, ningún candidato ha ganado los comicios sin llevarse al menos siete de los diez estados de la región norte del país. Vicente Fox sólo perdió Sinaloa (tierra de su contrincante Francisco Labastida), Durango y Zacatecas; Felipe Calderón, Zacatecas y Baja California Sur; Enrique Peña Nieto, Tamaulipas y Nuevo León, y Andrés Manuel López Obrador, ninguno.
En 2018, Monreal no había considerado subrayar su condición de norteño como rasgo de su biografía y se concentró en tratar de ganar la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, misma que perdió contra Sheinbaum en una encuesta que dejó muchas dudas. Ahora parece haber detectado que su oriundez le da ventaja en la contienda, pues Ebrard y Sheinbaum no tienen vínculos con el norte, una región con una idiosincrasia distinta y que suele ser repelente a la cultura del centro. La pregunta es si los norteños —algunos de los cuales tienen dudas de que Zacatecas forme parte de su región y comparta su cultura— reconocerán a Monreal como uno de los suyos y también si éste no encontrará competencia por ese aval de parte de gobernadores como Samuel García y Maru Campos.