Carolina Salomón
El oficio de los músicos en los panteones resulta algo muy duro porque presenciar el dolor de la gente es difícil, es un trabajo donde no les queda otra más que acostumbrarse y de vez en cuando echarse la llorada junto a familiares de los difuntos.
Don Martín Rivera, lleva 20 años de músicos en eventos sociales como bodas, quinceañeras, cabalgatas y fiestas y 10 años acudiendo a los cementerios a cantarles a los difuntos con su tololoche.
“En veces si nos gana el sentimiento y lloramos, pero en mi caso yo soy una persona fuerte, el muerto, muerto está y como dice el dicho el muerto al pozo y el vivo al gozo, hay quienes hacen fiesta cuando sus familiares fallecen asique uno se acostumbra a ser frio al ver esto”
Dijo que las familias han solicitado la canción de Cruz de Madera, la Tumba será el Final, Amor Eterno y otras dedicadas a sus seres queridos que se les han adelantado en el camino.
Agustín Peñaloza y Roque Rosales de 61 y 67 años de edad, acuden a los panteones en las fechas especiales como el Día de Muertos, Día de las Madres, Día del Niño y Día del Padre y llevan haciéndolo desde hace 20 años.
“Esta pandemia nos tenía muy abandonados, no podíamos trabajar pero gracias a Dios y a las autoridades es el primer año en pandemia que salimos a cantarle a los muertos para lograr llevar el sustento a su familia”, dijo Agustín.
Todos son originarios del municipio de Castaños y se trasladan hasta Monclova en busca de incrementar sus ganancias.