
Un juez federal ordenó encarcelar a Emilio Lozoya, ex director de Pemex, en el Reclusorio Norte al estimar que existe un alto riesgo que pueda darse a la fuga por la alta penalidad de los delitos que se le imputan y para ello cuenta con las redes familiares y los recursos económicos suficientes.
La cárcel para Lozoya Austin ocurre a más de 15 meses de que fue extraditado a México.
Artemio Zúñiga Mendoza, juez de control del centro de justicia penal del Reclusorio Norte, impuso esta tarde la prisión preventiva justificada al ex director de Pemex tras la solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR).
El juzgador advirtió que desde el 28 de julio de 2020, en que vinculó a proceso al ex funcionario, había dejado en claro que este caso reunía las condiciones para imponer la prisión justificada.
El juez consideró que la penalidad de 12 a 35 años de prisión por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho generaban la posibilidad de que pudiera evadirse de la justicia.
Los otros dos elementos que consideró para dejarlo en prisión es que cuenta con redes familiares fuera y dentro del País, ya que su esposa Marielle Helene Eckes vive en Alemania y además cuenta con los recursos económicos suficientes.
“En ningún momento se modificaron las circunstancias iniciales, todos estos elementos daban para una prisión preventiva justificada, eso no se modificó en ningún momento”, puntualizó Zúñiga.
“Subsisten esas circunstancias, las medidas cautelares no implican un derecho adquirido, además de que es necesario precisar que el criterio de oportunidad que negocia el imputado no se ha materializado y existe la posibilidad de evadirse de la justicia, ya que hay una red de ayuda y cuenta con los recursos suficientes, por ello voy a establecer que hay un elevado nivel de cautela y va usted estar en prisión preventiva justificada en el Reclusorio Varonil Norte”.
Durante el debate de la medida cautelar, Miguel Ontiveros y Alejandro Rojas, abogados del imputado, pidieron que como alternativa se le diera a Lozoya la posibilidad de la prisión domiciliaria en lugar de terminar confinado en el Reclusorio Norte, sin embargo, el juez rechazo la solicitud.
Zúñiga Mendoza pidió a la FGR tomar las medidas necesarias para garantizar que Lozoya sea ubicado en una celda separada de la zona en la que se encuentran recluidos personajes como el ex senador Jorge Luis Lavalle Maury, quien se encuentra preso justamente por los testimonios del ex director de Pemex, o de Javier Duarte, a cuyo Gobierno relaciona en sus dichos con los sobornos de Odebrecht en Veracruz.
Antes de emitir su veredicto, el impartidor de justicia hizo una acotación sobre la presencia de Emilio Lozoya en el restaurante Hunan, evento que la Fiscalía empleó para pedir la prisión preventiva porque consideró que era una provocación para las autoridades.
Al respecto, el juez sostuvo que este no era un argumento para modificar la medida cautelar porque no había ninguna prohibición judicial sobre su derecho a la movilidad.
“Quiero dejar en claro que la medida cautelar de la que gozaba no implicaba limitación alguna salvo el hecho de portar un brazalete electrónico, no salir del País, y su presentación periódica ante la autoridad correspondiente. Bajo ninguna circunstancia se le prohibió acudir a algún lugar o a otro, en principio porque se garantiza la presunción de inocencia”, expuso el juez.
“De tal manera de que el señor Lozoya haya acudido o no a un restaurante escapan al análisis de este juzgador y no son motivo para modificar la medida cautelar”.
La audiencia iniciada a las 10:09 horas concluyó a las 15:25 horas en la sala judicial. Al término, toda la prensa fue desalojada del recinto y sólo se quedaron en ella Lozoya, su madre, Gilda Margarita Austin y Solís, y sus dos abogados.
Tras el veredicto del juez, Lozoya tomó las manos de su madre, a quien durante toda la audiencia tuvo a su lado en la mesa asignada a la defensa y los imputados.