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Wes Bentley no suele ser de esos actores que se llevan sus personajes a casa al acabar una filmación. Claquetazo final, quitarse el vestuario y a pensar en el próximo trabajo.
Pero con Jamie, el hijo adoptivo de los Dutton, la familia protagonista del neo western Yellowstone, admite que no lo puede evitar.
El personaje escrito por Taylor Sheridan, así como sus conflictos, son tan ricos que se le quedan pegados a la piel, inevitablemente.
«Quizá pasan dos meses para que pueda quitármelo de encima. A Jamie le ocurren tantas cosas… En la temporada pasada, vivió cosas fuertes con su padre biológico (un asesino). Es doloroso y me la paso mal», admite en entrevista.
Yellowstone, cuya cuarta temporada se estrenará este lunes en Paramount+, sigue las vicisitudes de la familia de John Dutton (Kevin Costner), dueño de un colosal y multimillonario rancho ganadero en Montana.
Sus límites generan conflictos con parques nacionales, reservas indias y desarrolladores de tierras. Todos quieren una tajada.
En EU, más de 6 millones de personas sintonizaron cada uno de los episodios del arco anterior. Esta narración de hombres a caballo, codicia, corazones en conflicto y viejos códigos, ha lazado el éxito con fuerza.
Para Bentley (Los Juegos del Hambre, Interestelar), la culpa la tiene Sheridan (Sin Nada que Perder, Sicario, Wind River), actor convertido en narrador. Su pluma ha revigorizado, opina, un género que muchos creerían anacrónico.
«Taylor conoce a la perfección el mundo de los vaqueros y los ranchos. Es un tipo que ha leído mucho y es muy inteligente. Siempre se adelanta a las cosas. Nuestro show ha tocado temas sobre lo que ocurre en el Oeste… que luego aparecen en The New York Times. Tiene legitimidad.
«Respecto a lo que hace como escritor, tiene mucho subtexto, hay muchas cosas (en los guiones) que no se dicen. Para mí, como actor, amo lo que significan las cosas no dichas».
Jamie, el personaje de Bentley, es tan amado como odiado por los seguidores de Yellowstone. Se le conoció como uno de los hijos de John, un lobo solitario, autodestructivo, que en vez de las botas y la mezclilla prefería los trajes. Un abogado con aspiraciones políticas.
En la temporada pasada, la verdad salió a la luz. Si siempre se sintió un extraño, lo era en verdad: fue adoptado y su padre biológico, un asesino convicto, le recomienda reclamar el imperio Dutton.
Un fiero «cliffhanger» culminó el último episodio. El rancho fue atacado por pistoleros anónimos. El patriarca y uno de sus hijos podrían haber muerto, y teorías de fans señalan al personaje de Bentley como orquestador del ataque.
«Retomaremos los sucesos posteriores. Las reacciones a todo lo que pasó. Una persecución. Será un inicio intenso que no dejará respirar. Es salvaje. Pero conforme avanzan los episodios, habrá una batalla que ya inició. No son sólo amenazas. Es una pelea real por el rancho.
«Jamie está en su punto más bajo. Está cansado, se siente rechazado y fuera de la familia. Necesita sentir que algo le pertenece», explica sobre la temporada, en la que Jacki Weaver y Piper Perabo harán nuevos roles.
Bentley, quien nació y se crio más al sur, en Arkansas, dice que mucho tiempo fue reduccionista con los westerns: valía la pena verlos por la violencia. Tras Yellowstone, todo cambió.
«Me interesa mucho la historia del oeste estadounidense, las expansiones, lo que fue y en lo que se convirtió. Soy del sur y asumía que entendía lo que ocurría allí, ahora me intriga aprender de la historia».