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Tras el escándalo por su boda en Antigua, Guatemala, que involucró la incautación de 35 mil dólares en efectivo a Juan Francisco Ealy, uno de sus invitados, Santiago Nieto fue destituido ayer como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Su salida fue anunciada 14 horas después de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador considerara que la suntuosa boda y los incidentes que la rodearon no corresponden a la conducta de un funcionario. Un servidor público «no es ninguna gente excepcional, que viva con extravagancias».
El Mandatario demandó investigar los hechos y aplicar las sanciones que sean necesarias, en caso de que se compruebe la existencia de un delito, luego de conocerse que el dinero -transportado en una bolsa con siete sobres de 5 mil dólares cada uno-, es propiedad de Ealy Ortiz, dueño del periódico El Universal.
De acuerdo con las autoridades guatemaltecas, el empresario arribó a ese país en un vuelo privado, acompañado, entre otros, por la entonces funcionaria capitalina Paola Félix, quien también tuvo que renunciar a la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México.
«Es un asunto escandaloso. Creo que no es correcto porque el servidor público tiene que evitar ese tipo de situaciones Es muy bueno que todo esto salga, hasta lo de la boda, que aviones privados y ¿qué es eso?, nada de excesos», censuró.
«Y que respondan los servidores públicos involucrados y, sí hay delito que perseguir, que se actúe, que no haya impunidad para nadie», insistió.
Anoche, mientras López Obrador pernoctaba en la ciudad de Nueva York, para asumir este día la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el Gobierno federal anunció la renuncia de Nieto, quien fue sustituido por el político de izquierda Pablo Gómez.
La separación de Nieto se registró unas horas antes de que López Obrador pronuncie, desde Naciones Unidas, un discurso en contra de la corrupción.
Tras el anuncio, el ex titular de la UIF informó que decidió dejar su cargo para no afectar al Gobierno federal con el escándalo del fin de semana.