
En la historia de Monclova han ocurrido muchas tragedias pero nunca se había registrado una tan dramática y triste como la que vivió la familia Falcón en el siglo XIX, sucesos que vistió de luto a la ciudad.
La tragedia de la familia Falcón dio inicio aproximadamente en el año de 1862 cuando Don Guillermo Falcón, quien era el administrador del departamento de Correos se encontraba en su domicilio, ubicado frente a la plaza principal en lo que hoy se encuentra instalado una conocida farmacia.
Este estaba acompañado por su hermano Carlos Falcón quien le ayuda a limpiar un arma de fuego, las cuales estaban permitidas su portación a los civiles debido a las guerras que azotaban en el país debido a la intervención francesa.
Un descuido provoco que Don Guillermo accionara de manera accidental su revolver el cual termino por quitarle la vida a su hermano Carlos quien termino sin vida en medio de la sala.
Al ver a su hermano en un charco de Sangre, el administrador de correos coloco su arma en su cabeza y se dio un disparo para no tener que enfrentar a la justicia y principalmente para poner fin a su dolor por haber asesinado a su hermano.
Tras finalizar los actos fúnebres de ambos hermanos, quienes fueron sepultados en el panteón que se encontraba a espaldas del antiguo hospital de Monclova, en lo que hoy se instalo la escuela Club de Leones, otro de los integrantes de la familia Falcón, Don Pedro ingirió una fuerte dosis de morfina la cual termino por arrancarle la vida.
Las tragedias de los Falcón no finalizo con la muerte de estos tres hermanos pues meses después, Ramón Falcón consumió una fuerte dosis de medicamento para quitarse la vida, al igual que sus dos hermanos.
La ciudad de Monclova se encontraba desconcertada por los trágicos hechos que rondaba a la familia y pensaron que todo había finalizado al saber Cristana, la menor de los hermanos Falcón, contraía matrimonio.
Sin embargo, el dolor de la joven novia, por la perdida de sus hermanos no desaparecía a pesar de haber encontrado al amor de su vida.
El día asignado para la boda, ella se encontraba en su casa esperando la hora para ir a la iglesia, vistiendo un elegante vestido de novia.
La joven Cristana tomo una veladora y prendió fuego a su vestido por lo que murió a causa de las quemaduras sufridas.
Solo con la muerte de la ultima de la dinastía Falcón fue cuando la maldición de la Familia Falcón llego a su fin, al reunirse en el mismo cementerio de la cripta familiar la cual quedo perdida al desaparecer el panteón real.