En carreteras, bosques y destinos turísticos, los grupos de la delincuencia organizada parecen operar a sus anchas en el interior de Jalisco, y son varios los cárteles que mantienen presencia en la entidad, de acuerdo con reportes del Gobierno Federal.
Desde el 20 de septiembre de 2020, Santiago Nieto, el entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda federal, presentó un mapa en el que develaba qué grupos criminales mantenían presencia en cada entidad.
Jalisco aparecía coloreado por cuatro distintos tonos y otros dos más en las fronteras estatales en la zona de Altos Norte. Esto delinea los sitios donde los cárteles tienen mayor presencia, pero no implica que no haya grupos rivales asentados en la misma zona.
De acuerdo con el reporte federal, además de ser el punto de origen y predominio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en la entidad operan también el Cártel del Pacífico, el Cártel del Golfo y Los Zetas.
El informe federal señaló que el Cártel del Pacífico mantiene presencia en la Región Norte, que limita con Zacatecas y Durango.
Según el Gobierno federal, también está presente en la Región Costa Sierra Occidental, Valles, parte de la Costa Sur, Centro y de la Región Lagunas, todas estas últimas en disputa con el CJNG.
El Cártel del Golfo tiene presencia en las regiones Sur, Sureste, parte de la Ciénega y de Altos Sur, territorios que abarcan los límites con Colima, Michoacán y Guanajuato.
Los Zetas, por su parte, asedian la zona de Altos Sur y Altos Norte, según la UIF.
La Región Altos, la que a decir de la federación, mantiene una mayor diversificación de cárteles, en la zona y los límites con otros estados hay además presencia del CJNG, el Cártel del Noroeste y el de Santa Rosa de Lima.
Parte de la Costa Sur, Ciénega, zona metropolitana de Guadalajara, Centro, Sierra de Amula, Lagunas, Sureste, Ciénega, Altos Sur y Altos Norte está en manos del CJNG, detalla el informe.
Para entender la dinámica de los cárteles en el País a lo largo de los años, integrantes de la Universidad de San Diego, Estados Unidos, crearon el proyecto de investigación «Mexico Violence», que analiza datos de diversas fuentes para plasmar en mapas la presencia de los grupos de 2007 a 2015.
Sus estudios reflejan que a principios de 2007 en la entidad mantenían presencia los cárteles de Juárez, Sinaloa y Milenio. Tras el asesinato del líder regional del Cártel de Sinaloa, Ignacio «Nacho» Coronel, en el estado se multiplicaron los grupos.
A finales de 2010, Mexico Violence Resource Project registró la presencia de los cárteles de Sinaloa, el CJNG y -en menor medida- de Los Beltrán Leyva, Los Zetas, La Resistencia y La Familia Michoacana.
Los diversos grupos fueron desapareciendo del mapa, principalmente en 2014, y para 2015, el último año del análisis, marca primordialmente la presencia del CJNG.
El Gobierno de Jalisco señaló que para 2017 el escenario del narco en el estado era el de una pugna entre el CJNG y una escisión: el Cártel Nueva Plaza (CNP).
«Hay una pugna entre dos cárteles, efectivamente, hay pugna entre dos cárteles, es lo que estamos haciendo, trabajar, tenemos que trabajar los tres órdenes de Gobierno en conjunto», expuso el 7 de marzo de 2018 el entonces Fiscal General Raúl Sánchez Jiménez.
En teoría, dicha pugna habría terminado tres años después, con el asesinato del líder del CNP, Carlos Enrique Sánchez Martínez, cuyo cadáver fue dejado con un narcomensaje en pleno centro de Tlaquepaque, el 17 de marzo de 2021.