Tanto el Gobierno federal como el nuevo Gobierno estatal en Guerrero han retirado los apoyos al programa de formación de bailarines de danza contemporánea con el argumento de la austeridad.
Impulsado por el coreógrafo Serafín Aponte, el proyecto recibió la negativa de la Gobernadora morenista Evelyn Salgado para destinar recursos al programa.
«Si estamos pensando en la política de la austeridad, ya estaba austero desde antes. No entiendo por qué no me quieren apoyar para continuar con todo este trabajo», expone el coreógrafo en entrevista.
Mientras que el INBA decidió no renovar la comisión para cubrir el hospedaje de Aponte en Acapulco, docente en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea en la Ciudad de México, con el mismo argumento de la falta de recursos.
Los esfuerzos de Aponte por impulsar la danza contemporánea en Guerrero, su Estado natal, datan de 2013, con un proceso de formación y de apoyo para desarrollar los programas que dieron lugar a la creación de la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco, la agrupación representativa de la entidad.
Desde 2016, el Gobierno estatal apoyaba el Programa de Entrenamiento en Danza Contemporánea Arte para Todos, pero la Administración de Salgado, que entró en funciones el 15 de octubre pasado retiró el apoyo.
Aponte se entrevistó cuatro días después con la nueva secretaria estatal de Cultura, Aída Melina Martínez Rebolledo, le presentó el proyecto y los documentos probatorios. Pero la primera semana de noviembre, la funcionaria le envió a su asistente jurídico para comunicarle la negativa.
«La respuesta de la secretaria (Martínez Rebolledo) era que no podía seguir respaldando mi trabajo en este momento, con mi proyecto. Pregunté ¿cuál es el motivo? (Me dijo) No tenemos dinero, estamos en deudas», explicó Aponte.
El coreógrafo planteó la posibilidad de esperar una respuesta positiva con el nuevo año, pero topó con pared: «la respuesta es rotunda, no se puede y no se va a poder».
El saliente secretario estatal de Cultura, Mauricio Leyva Castrejón, había asegurado a Aponte que en el presupuesto para 2022 se había incluido la propuesta de una cantidad para este programa.
Aponte cifra en un máximo de 200 mil pesos al año los recursos del proyecto que posibilitaba, por ejemplo, el pago de honorarios de los maestros.
Los estudiantes acudían desde distintos puntos del Estado, algunos hacían viajes de hasta siete horas para presentarse en aquellas instalaciones prestadas por el Gobierno estatal para la enseñanza de la danza. Guerrero es junto con Chiapas y Oaxaca, uno de los estados más pobres del País.
«El hecho de que el programa no exista más bien afecta específicamente a los alumnos que llegaban y se formaban, es decir, a las nuevas generaciones que venían formándose como bailarines y posibles candidatos para que luego se integraran a la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco», lamentó Aponte.
El coreógrafo logró con apoyo de la directora del INBA, Lucina Jiménez, ser comisionado en noviembre de 2018 a la Secretaría de Cultura de Guerrero con la idea de fortalecer los programas de formación y la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco a la vez que desarrollar trabajo artístico, como crear obra y ofrecer funciones.
Desde principios de 2019 se estableció en Acapulco, y dejaría el ir y venir constante a la Ciudad de México.
«Tampoco me quieren seguir respaldando esa comisión, en esa comisión lo único que ellos me daban era el hospedaje con los servicios, mis honorarios vienen desde el INBA, están cubiertos como docente, pero a la vez desarrollaba labores como director, coreógrafo. No cobraba nada más extra, con la conciencia de que era necesario este tipo de trabajo. Eso me lo están negado porque no hay recursos», asegura.
Aponte se propone buscar el diálogo con la Secretaria de Cultura Alejandra Frausto para que interceda por el proyecto y con la directora del INBA Lucina Jiménez para que el instituto reconsidere su negativa.
Sus esperanzas están puestas en que los esfuerzos por arraigar la danza contemporánea en Guerrero no sean sepultados por la austeridad.
Descobijan Compañía de Danza
A pesar de que la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco, fundada en 2017, es la agrupación representativa de Guerrero y como tal se presentó en el Festival Internacional Cervantino en 2019, cuando el Estado fue el invitado de honor, el Gobierno local nunca quiso asumir su sostenimiento.
Los bailarines jamás recibieron un salario, la compañía debía trabajar por proyecto y vender algunas funciones.
«Por eso era importante que tuvieran un salario», dice el coreógrafo Serafín Aponte.
Tampoco prosperó el exhorto formulado por la comisión de Cultura del Congreso local en 2020 para que se le decretara como compañía del Estado.
Aponte no quiere renunciar a la defensa del proyecto, pero tampoco ignora las dificultades: «hemos tenido muchas pérdidas por la pandemia, algunos no se pudieron sostener y otros enfermaron».