Como si se tratara de un mensaje político, el Canciller Marcelo Ebrard ocupó un asiento detrás de la Jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, en la conferencia matutina del Presidente.
Las dos «corcholatas» rumbo al 2024 participaron en la mañanera de Andrés Manuel López Obrador, que este martes se realizó en la sede del Gobierno capitalino.
Ebrard jugó de visitante, por lo que no entró con el Mandatario y tuvo que ocupar un lugar en la segunda fila de sillas dispuestas en el templete.
A las 7:06 horas, López Obrador entró al patio oriente del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde inauguró las mañaneras cuando fue Jefe de Gobierno.
Aunque antes de subir al templete se le vio con el subsecretario Alejandro Encinas y Sheinbaum, esta última decidió pasar por atrás de una mampara y entrar por el lado opuesto.
«Buenos días», dijo López Obrador llevándose la mano izquierda a la bolsa de su abrigo negro por el frío, «bellísimo», agregó mientras observaba los arcos del edificio colonial.
Ebrard, quien también despachó en ese edificio, ocupó la primera silla de la segunda fila y Sheinbaum, ataviada con un abrigo rojo, ocupó el asiento privilegiado a un lado del atril.
Ambos sonrieron cuando López Obrador expresó «una joya», también en referencia al inmueble.
El Mandatario de inmediato echó porras a Sheinbaum. Dijo que sus resultados son muy buenos, que ha hecho un trabajo eficaz y que se ha avanzado en conseguir la paz y la tranquilidad en la Ciudad de México.
En su turno, Sheinbaum agradeció la visita presidencial, le dijo a López Obrador que estaba en su casa, y destacó la presencia de tres ex Jefes de Gobierno, sumando a Encinas.
«Están en su casa. A todos muy buenos días, nos da mucho gusto recibirlos», expresó antes de dar un informe sobre la incidencia delictiva y los programas prioritarios de su Gobierno.
Al regresar a su asiento, Sheinbaum platicó varias veces e incluso bromeó con el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sentado a su lado.
En una ocasión cruzó palabras con Ebrard, mientras el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell escondía sus manos debajo de las piernas por los 7 grados centígrados.
Ebrard estuvo serio gran parte de la mañanera y cuando tocó su turno de hablar, su intervención fue breve, de apenas dos minutos.
La gestión de Sheinbaum fue nuevamente ponderada por López Obrador en una de las últimas intervenciones del Jefe del Ejecutivo.
«Lo que está haciendo Claudia (en materia de seguridad) nosotros lo apoyamos y avalamos», sostuvo.
En el cierre, cuando ya le habían pasado tres tarjetas para cortar la mañanera por otro compromiso, el Presidente anunció una gira por la Ciudad de México el fin de semana.
Solo, se encaminó a la salida por el lado por el que llegó, pero antes de bajar del templete detuvo su paso y esperó a Sheinbaum.