El gigante petrolero estadounidense ExxonMobil se retirará progresivamente del proyecto Sakhalin-1, un importante campo petrolero que opera en Rusia en nombre de un consorcio que incluye empresas rusas, indias y japonesas.
«En respuesta a los eventos recientes, estamos iniciando el proceso de cierre de las operaciones y tomando medidas para salir progresivamente», detalló el grupo en un comunicado.
Asimismo, dijo invertirá más en nuevos proyectos en Rusia.
ExxonMobil gestiona desde 1995 el proyecto Sakhalin-1, ubicado en el este del país y al norte de Japón, y posee 30 por ciento del mismo. El consorcio comprende filiales de la empresa rusa Rosneft, una sociedad india y una compañía japonesa.
La petrolera estadounidense sigue así el ejemplo de compañías internacionales, como los grupos británicos Shell y BP, que también previeron vender su participación en los numerosos proyectos en común con empresas rusas.
La francesa TotalEnergies, de su lado, optó por el status quo y eligió no salir de Rusia, aunque sin invertir en el país.
ExxonMobil subrayó que su retiro no será inmediato.
«Como operador de Sakhalin-1, tenemos la obligación de asegurar la seguridad de las personas, la protección del ambiente y la integridad de las operaciones.
«El proceso de cierre de las operaciones deberá estar gestionado cuidadosamente y estará coordinado con los copartícipes con el fin de asegurar que se ejecute de forma segura», detalló.
El proyecto Sakhalin-1 es el único proyecto importante en el que ExxonMobil estaba presente en Rusia, pues el grupo se había retirado de dos empresas conjuntas tras la imposición de sanciones previas contra Rusia en 2014.
El consorcio indicó en su sitio en internet tener oficinas en Moscú y San Petersburgo, con unos mil empleados.