Los Juegos Paralímpicos de Invierno arrancan el viernes en Beijing sin la presencia de deportistas rusos, que fueron expulsados de las competiciones, y con una representación ucraniana que tuvo que huir de un país en guerra para llegar a China.
«Es un milagro que hayamos llegado a los Paralímpicos», dijo el jefe de la delegación ucraniana, Valerii Sushkevych. La invasión rusa de Ucrania, que comenzó poco después de la finalización de los Juegos Olímpicos de Invierno, está conmocionando a todo el mundo. Y el deporte no es una excepción.
Aunque en un primer momento los organizadores de la cita paralímpica dijeron que rusos y bielorrusos podían competir como neutrales, en la víspera de la ceremonia inaugural revocaron su decisión y expulsaron a ambas delegaciones citando tensiones en la Villa Paralímpica.
Los deportistas ucranianos tardaron cuatro días en llegar a Ucrania, explicó Sushkevych, quien contó que durante los dos últimos días de su periplo por Europa tuvo que dormir en el suelo de un autobús por una dolencia de espalda.
«Superamos muchas barreras en el camino. Muchos miembros de nuestro equipo tuvieron que escapar durante los bombardeos», añadió.
Alrededor de 564 deportistas, incluyendo 138 mujeres, competirán en los Juegos Paralímpicos. China tiene la mayor representación, con 96 participantes, seguida de Estados Unidos, con 65. En los Paralímpicos hay seis deportes: esquí alpino, esquí de fondo, biatlón, hockey, snowboard y curling.
«Queda mucho trabajo por hacer para lograr la paridad de género, pero haber aumentado de forma significativa la participación femenina en los Juegos de Invierno en los últimos 20 años muestra que vamos en la dirección correcta», dijo el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons.
Los Juegos arrancarán con una ceremonia inaugural en el estadio Nido de Pájaro a la que asistirá, además de Parsons, el presidente de China, Xi Jinping. El evento, que durará 10 días, termina el 13 de marzo.