Más allá de la proteína animal, hay varios recursos alimenticios que pueden aumentar nuestra dosis necesaria de hierro
Si te cansas rápido y tardas en reponerte, además de mareos constantes, tal vez tengas una deficiencia de hierro. Harvard nos explica que el hierro es un mineral importante que ayuda a mantener la sangre saludable, cuando el nivel de hierro es bajo, puede ocasionar una anemia y puede afectar a cualquiera.
¿Qué es el hierro?
Harvard y su división de salud pública nos dice que el hierro es un componente principal de la hemoglobina, un tipo de proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo. Sin suficiente hierro, no hay suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno, lo que provoca fatiga. El hierro también forma parte de la mioglobina, una proteína que transporta y almacena oxígeno específicamente en los tejidos musculares. El hierro es importante para el desarrollo y crecimiento saludable del cerebro en los niños, y para la producción y el funcionamiento normales de diversas células y hormonas.
¿Cómo encontrar el hierro en la comida?
Hay dos maneras de obtener hierro en nuestra comida, una de las fuentes son las proteínas animales, ya sean carnes rojas, aves y los mariscos, así como en vegetales, frutas y cereales integrales sin olvidarnos de los alimentos fortificados.
- Fuentes de hierro: ostras, almejas, mejillones, hígado de res o pollo, sardinas enlatadas, carne de vaca, aves de corral, atún claro enlatado, cereales fortificados para el desayuno, frijoles, chocolate negro (al menos 45% cacao), lentejas, espinacas, papas con piel, nueces, arroz y pan enriquecido.
¿Qué pasa con esos alimentos?
El hierro que consumimos se queda en el cuerpo a manera de ferritina (en el hígado, el bazo, el tejido muscular y la médula ósea) y se distribuye por todo el cuerpo mediante la transferrina (una proteína de la sangre que se une al hierro). A veces, un médico puede verificar los niveles en sangre de estos dos componentes si se sospecha anemia.
Signos de tener deficiencia de hierro según Harvard: fatiga, debilidad aturdimiento confusión, pérdida de concentración, sensibilidad al frío, dificultad para respirar, latidos rápidos, piel pálida, pérdida de cabello, uñas quebradizas, antojos de tierra, arcilla, hielo u otros artículos no alimentarios.