– Agua contaminada que beben las aves o hundimientos de hasta seis metros asociados a la sobreexplotación de mantos acuíferos, son algunas de las problemáticas que presenta la laguna Tláhuac-Xico.
Esto lo han identificado trabajadores de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la CDMX (Corena), mediante un diagnóstico que llevan a cabo en la zona.
El estudio lo realizan con drones aéreos y acuáticos. Posteriormente, analizan muestras en laboratorios de la dependencia, explicó Sammary Terán, Jefa de Unidad Departamental de Reservas y Áreas de Conservación Comunitaria.
El proyecto arrancó en julio de 2021 y estiman finalizarlo en abril próximo.
Una vez que concluyan, las autoridades definirán estrategias de restauración de la laguna, además de que analizarán si convierten el lugar en un atractivo ecoturístico, acotó.
«La laguna de Xico opera como un vaso regulador. Entonces, cuando se satura toda la tubería de drenaje para evitar que esto se desborde hacia las colonias, se liberan las válvulas que hacen que toda el agua se disponga hacia la laguna.
«Aquí podemos tener desde aguas residuales hasta agua tratada que viene de la Planta Cerro de la Estrella (…) la otra contaminación es la que deriva de algunos establos que tenemos en la zona norte de la laguna», explicó la funcionaria a REFORMA.
En 2021, los trabajadores levantaron muestras en 196 hectáreas de la laguna. Para este año, la meta serán 120 hectáreas.
La laguna reúne a 139 especies de aves, 75 de ellas se establecieron en el lugar y 64 son migratorias.
«La zona de mayor hundimiento está justo en la colindancia de la batería de pozos, no es algo que sólo pase aquí en Xico, es un fenómeno que siempre está presente y está presente en toda la Ciudad, a causa de la explotación de los mantos acuíferos», detalló.
Terán agregó que buscan implementar que los núcleos agrarios, a través del uso adecuado de los recursos naturales, puedan tener proyectos ecoturísticos que beneficien las economías locales.
«Visualmente, este espacio es sumamente bonito y, en realidad, gran parte de la población de la Ciudad de México lo desconoce. Entonces, todo lo que se le puede generar en cuestión de servicios ecoturísticos a la laguna, pues es muy amplio. A veces, mucha de la gente viaja a la Marquesa o al Desierto de los Leones buscando espacios naturales», detalló.
Descartó que busquen potabilizar el agua de la laguna, pues provocaría la urbanización del lugar, que es un Área Natural Protegida (ANP).