La infusión hecha a base de esta hierba tiene múltiples propiedades. Te contamos lo bueno y lo malo del té de orégano, además de la receta para prepararlo
El orégano es una hierba que tradicionalmente se utiliza para potencializar los sabores de distintas preparaciones en la gastronomía. Gracias a las propiedades aromáticas que posee, con tan solo una pizca le otorga una sensación distinta a los platillos. Y, al igual que sucede con otras hierbas de este tipo, puede ser usado también en infusiones para aliviar algunos malestares, teniendo como todos, tanto efectos positivos como negativos para el organismo.
Si bien el té es conocido como una bebida predilecta para curar o disminuir los síntomas de distintos padecimientos, siempre deben tomarse en cuenta las cantidades recomendadas, así como las indicaciones especiales para cada cuerpo. En Menú te decimos lo bueno y lo malo de tomar té de orégano.
Cuáles son las propiedades medicinales del orégano
Entre las propiedades curativas que, se cree, posee el orégano, se encuentran las carminativas, que ayudan a aliviar malestares estomacales gracias a su contenido en aceites naturales, tales como el carvacrol y borneo. El portal médico Nutrición y Farmacia menciona que debido a los ácidos fenólicos que posee, se considera un antioxidante natural, mientras que su alta concentración del compuesto orgánico conocido como beta cariofileno, es ideal como desinflamatorio.
En general, es benéfico para reducir afecciones como la tos, indigestión y combatir algunas bacterias presentadas en heridas o infecciones de tipo parasitario. Por su parte, estudios recopilados por Medlineplus indican que no existe evidencia suficiente para respaldar su funcionalidad absoluta.
En tanto, la clínica Scielo afirma que su contenido vitamínico lo sitúa como una fuente de vitamina A, vitamina K, vitamina E y vitamina C, sumado a su aporte de hierro, ácido fólico, magnesio, calcio y potasio.
Qué beneficios y efectos negativos tiene el té de orégano
Una investigación publicada por la Comisión Nacional Forestal refiere que el orégano en presentación de té tiene antecedentes de ser útil para contrarrestar problemas digestivos ocasionados por parásitos, a modo de tónico expectorante y para dolores musculares. Asimismo, se tiene registro de que curanderos de diversas regiones lo empleaban para tratar trastornos de las vías respiratorias y combatir la retención de orina.
Otros datos refieren que las hojas de orégano registradas como medicinales, son para controlar el asma, relajar los músculos intestinales y para regular los periodos menstruales, haciéndolos menos dolorosos.
En cuanto a los efectos adversos que podría ocasionar el té de orégano, el blog dedicado a las plantas Botanical señala que una sobredosificación ocasiona en algunos casos alteraciones nerviosas, somnolencia, excitación cardíaca, agitación e hiperestesia o exageración de los estímulos táctiles.
Por lo anterior no es recomendado su uso en menores de 12 años, y en el embarazo y lactancia únicamente puede consumirse en dosis supervisadas por un médico.
Cómo preparar té de orégano
En un recipiente hervir 2 litros de agua. Una vez que esté en punto de ebullición, añadir aproximadamente 2 gramos de orégano sin ramas. Dejar reposar y beber en la presentación que se prefiera (caliente o frío). Lo ideal es no agregar endulzantes ni azúcar; para disimular su sabor amargo se pueden añadir algunas gotas de limón.
Puede ingerirse a lo largo del día hasta tres veces para obtener sus beneficios sin ocasionar efectos secundarios negativos.
No obstante es importante recalcar que el té de orégano no sustituye en ningún caso el tratamiento recetado por un doctor, y en caso de presentar algún malestar después de tomarlo, debe suspenderse su uso. También debe alternarse con una dieta y estilo de vida saludables.