Accesibilidad y versatilidad. Con estos conceptos fue diseñado y desarrollado el Renault 5, un vehículo pequeño que hace cinco décadas revolucionó al país de La Marsellesa y que se convirtió en un icono de la firma del rombo.
El Renault 5 surgió de la mente de Bernard Hanon, director de proyectos de Renault, quien propuso crear un vehículo accesible y simple, enfocado en los jóvenes.
Michel Boé, diseñador del Renault 5, se inspiró en el Renault 4 para trazar un vehículo carismático de 3.5 metros de longitud con un motor de cuatro cilindros y 36 caballos de fuerza.
El concepto era muy simple, un vehículo de tres puertas con espacio para cuatro pasajeros y una palanca de cambios en una posición más elevada de lo normal. En algunos países, la palanca de cambios se colocó desde el piso del auto.
En el exterior se utilizaron unos simples faros delanteros cuadrados y parachoques de poliéster para absorber los impactos.
Posteriormente, se agregaron otras versiones como el LS y GTL con una motorización más potente de 47 hp de 1.3 y 1.4 litros. Otra versión a respetar fue el Renault 5 Alpine, con un enfoque más deportivo gracias a su potencia de 90 caballos.
Debido a su éxito, para 1979 el Renault 5 ofreció una opción más cómoda, pasando de sus características tres puertas a cinco.
Continuaron surgiendo más versiones con mejoras en su desempeño, pero fue hasta 1984 cuando se puso fin a la producción de este peculiar francés.
Después nació una nueva generación llamada Renault Supercinco, con el mismo ADN de su antecesor y finalizando su corta historia en 1991 para dar paso al Renault Clio.