El interés por el estudio de los arácnidos tiene que ver con el mecanismo de sus telarañas
Las arañas podrían suponer un problema en la vida cotidiana de las personas aracnofóbicas, que experimentan un miedo irracional con sólo ver un artrópodo de esta clase. Sin embargo, para la ciencia se han convertido es una especie de gran valía, ya que el estudio de sus características y su comportamiento han derivado en grandes hallazgos para la biomedicina y la robótica, contribuyendo al diseño de materiales ecológicos y la fabricación de microrobots. He aquí una lista de las investigaciones científicas recientes que involucran a estas depredadoras de cuatro patas.
Cazar de noche
¿Qué hace que una araña sea buena cazadora durante las horas nocturnas? La Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) estudia las aptitudes que la araña deinópida ha desarrollado para cazar a insectos por la noche. Según los biólogos, esta especie recurre a un tipo de telaraña distinta a la que comúnmente encontramos en nuestro ático, cuarto de azotea, desván, o en el sitio de nuestro hogar más recóndito y lleno de polvo, se trata de un telar rectangular y estrecho en el que sujetan las patas.
Esta clase de telaraña, junto con su gran capacidad de visión y la especialización de todos sus sentidos, han provisto a las deinópidas a movilizarse en la oscuridad. Este aspecto es precisamente el que ha llamado la atención de las y los investigadores, pues el comportamiento arácnido podría ayudar a avanzar en dispositivos sensibles al movimiento nocturno, y a la creación de nuevos materiales para uso industrial.
Pegamento ecológico
Las araneoideas, una superfamilia de arañas, pegan cada filamento por medio de seis fibras secas y una seda adhesiva húmeda. Las científicas y los científicos involucrados en el estudio de esta especie detectaron que el «pegamento» con el que esta araña une sus telas es mucho más efectivo que los adhesivos comerciales que, comúnmente, termina por despegarse. Este estudio busca comprender la construcción que hay detrás de cada una de las sedas de la telaraña de las araneoidea, con el objetivo de diseñar pegamentos ecológicos, que simpaticen con el ambiente.
Bionanomateriales, basados en sacos de bebé araña
La seda de los sacos de bebé araña es única de entre las sedas de gusano u otros artrópodos, ya que está fabricado con un material de gran resistencia. Esto ha llevado a las expertas y los expertos ha monitorear las propiedades mecánicas, entre ellas la resistencia, para desarrollar nuevos bionanomateriales que sean utilizadas en propiedades ópticas, mecánicas y térmicas.
Araña paracaídas, modelo para microrobots
El estudio de la araña paracaídas le valió a un grupo de investigadores el reconocimiento «Carrera de NSF», gracias al estudio de los movimientos ultrarrápidos de la especie, ya que, por su velocidad, almacenan la energía suficiente para acelerar 100 veces más que lo haría un guepardo. Pero este no se debe sólo a sus características físicas, sino que se apoyan en su telaraña para tomar el impulso necesario, usándola como un resorte se lanza hacía su presa.
Basados en las propuestas de la investigación biomédica, el conocimiento sobre las propiedades de almacenamiento de energía de la seda podría ayudar a crear fuentes de energía para pequeños robots y otros dispositivos.