Calidad de vida. La enzima lactasa descompone la lactosa y es absorbida sin ocasionar síntomas ni malestares comunes
En México al menos 50 por ciento de la población adulta padece un cierto nivel de intolerancia a la lactosa, sin embargo, la leche y sus derivados se encuentran presentes en gran parte de la dieta común de los mexicanos, siendo muchas veces, causa principal de molestias relacionadas con la alimentación.
Según un estudio de 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); en el mundo, se calcula que un 75 por ciento de la población sufre de este padecimiento, sin embargo, su prevalencia varía según los grupos étnicos.
En Latinoamérica, así como en África y Asia, es donde existe una menor capacidad de absorber la lactosa. La intolerancia a este tipo de azúcar es el síndrome clínico que se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, diarrea, náuseas, flatulencias, entre otras, principalmente por la deficiencia de lactasa en el intestino delgado, la enzima responsable de descomponer la lactosa en dos azúcares simples: glucosa y galactosa.
“En la lactancia vamos formando la lactasa y cuando viene el destete, muchas veces perdemos la capacidad de hidrolizar la lactosa.
En la vida adulta muchas personas ya no son capaces de producir esta enzima, por eso empiezan con problemas de intolerancia”, señala el químico farmacéutico biólogo José Albarrán Torres, quien trabaja con la empresa GBS Pharma en la investigación y elaboración de lactasa.
La deficiencia de la enzima lactasa, también denominada hipolactasia, es la causa principal por la que muchos adultos son incapaces de digerir productos con lactosa, y cuando lo hacen presentan síntomas incómodos que no permiten continuar con un ritmo de vida normal.
Ante la pregunta de si la solución para no sufrir sus síntomas es eliminar los lácteos y sus derivados, señala que es una cuestión compleja, ya que hay muchos alimentos y bebidas, incluso medicamentos, que contienen lactosa.
Por eso, dejar de consumir leche, por ejemplo, “puede ocasionar deficiencia en calcio, vitaminas, minerales… sobre todo en mujeres”.
En situaciones, como la actual pandemia, prescindir del valor nutricional de este tipo de alimentos puede ser contraproducente, dice.
Por lo anterior, el químico José Albarrán indica que la mejor solución es adicionar los alimentos con lactasa que, al ingerirla, descompone la lactosa y es absorbida sin ocasionar los malestares comunes de la intolerancia.
A pesar de que, en México, el sector salud reconoce los beneficios del consumo de esta enzima, lo cierto es que las opciones que existen son importadas en forma de suplemento alimenticio y son de difícil acceso.
En el caso de GBS Pharma, la empresa elaboró un aditivo alimentario en solución con lactasa para atender los malestares de esta afección, el cual se recomienda agregar a la leche entera u otros productos lácteos (6 gotas por cada 250 ml de leche, por ejemplo).
“En GBS, estudiamos mucho la lactasa, desarrollamos método analítico, hicimos análisis a la materia prima que compramos, seleccionamos la potencia más adecuada, vimos la cantidad ideal de acuerdo a la cantidad de leche que se toma. Después de un año de estudio, fabricamos el producto en la concentración más adecuada para bebés y para adultos”, destaca José Albarrán.
Dicho producto cuenta con dos presentaciones, uno para bebés y otro para adultos, menciona que es el único producto de lactasa aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para su fabricación en México. La empresa cuenta con una monografía donde se puede consultar mayor información al respecto.