Luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó su liberación inmediata, Alejandra Cuevas salió de Santa Martha Acatitla, donde estuvo presa desde octubre de 2020 por el supuesto homicidio doloso de Federico, hermano del Fiscal Alejandro Gertz Manero.
Previamente, por unanimidad, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia anuló el auto de formal prisión contra Cuevas, dictado por la Jueza 67 Penal de la Ciudad de México, Marcela Ángeles Arrieta, y confirmado en febrero de 2021 por el juez en funciones de magistrado Octavio Ceballos Orozco.
A su salida del penal femenil, Cuevas acusó a Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR, de fabricar un delito en su contra cuyo plan era «sepultarla» para siempre en la cárcel.
«Tengo la certeza que sin ustedes el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, me hubiera sepultado para siempre en la cárcel con un delito que él fabricó, provocando un daño irreparable en mi familia y en mi vida», dijo Cuevas al leer un mensaje.
Asimismo, agradeció al Poder Judicial de la Federación el haber velado por sus derechos.
«Por otra parte, agradezco al Poder Judicial que al final del túnel haya velado por nuestros intereses, por nuestros derechos más bien. Este agradecimiento no se lo extiendo al Poder Judicial de la Ciudad de México, pero sí lo hago al Poder Judicial de la Federación», expresó.
Alejandra Cuevas contó que su vida cambió durante su periodo en prisión y expresó que las mujeres han sido invisibles y que con la ayuda de todos también ellas pueden ser liberadas.
«Mi vida cambió hace 528 días ya que al conocer las entrañas de la cárcel y escuchar el número interminable de injusticias y vivir con mujeres que llevan años hoy y que podrían estar libres. Espero que todos juntos logremos que las mujeres puedan recuperar el aire que nos da la libertad. Desde que entré, me percaté que todas las mujeres somos invisibles, junto con ustedes lograremos su liberación», expresó.
Cuevas añadió que ahora irá a ver a su madre, Laura Morán, y a sus hijos para agradecerles por todo el apoyo que le brindaron.
«Si me permiten, me subiré al coche porque quiero abrazar a mi madre, llevo 528 días de no verla, al igual a mis hijos a quienes rindo un gran homenaje, porque lo que han hecho por mí no ha tenido precedentes», finalizó.
Las autoridades penitenciarias de la Ciudad de México tuvieron que liberar a Cuevas, de 68 años, en cuanto recibieron la notificación de los resolutivos de la sentencia de la Corte.
Para el caso de Cuevas, la resolución fue notablemente sencilla, pues sólo se tuvo que aclarar que, en derecho penal, no existe la figura de «garante accesoria» que le imputó la Fiscalía General de Justicia de la CDMX y que avalaron los jueces locales.