Pese a la negativa de autoridades federales para otorgar permisos de construcción en una zona forestal protegida en Valle de Bravo, la empresa Stupa Ranch S.A de C.V construye un complejo inmobiliario y hotelero.
De acuerdo con la evaluación del proyecto de dictamen de manifestación de impacto ambiental DFMARNAT/1374/2021, emitido por de la delegación de la Semarnat en el Estado de México y al cual tuvo acceso Grupo REFORMA, el complejo fue rechazado en 2021 por ubicarse en una zona ecológica.
Pese a ello, la empresa Stupa Ranch inició la construcción del desarrollo inmobiliario bajo el nombre «Stuppa Ranch Residencial» y «Stuppa Ranch Hotel».
De acuerdo con el documento, obtenido mediante información pública de oficio, el proyecto contempla 4.9 hectáreas de construcción con 11 villas residenciales, albercas, caballerizas, spa, restaurante, gimnasio, capilla y un salón de usos múltiples.
La construcción se encuentra a unos 7 kilómetros de la ciudad, entre los ejidos de El Capulín y Cerro Gordo, en la localidad de Avándaro en Valle de Bravo.
El avance de las obras ha ocasionado el derribo de cientos de árboles y la edificación de una presa privada para acaparar el agua de manantiales de la zona.
Según el proyecto presentado por la empresa a la Semarnat, las villas campestres serían construidas en 22 meses y tendrían una vida útil de 40 años.
Además, aseguraron que ya contaban con los permisos municipales para el abastecimiento de agua potable.
Vecinos de Valle de Bravo y activistas, que forman parte del El Observatorio Ciudadano de la Subcuenca Valle de Bravo- Amanalco, consideraron que esta construcción traería consecuencias ecológicas graves, pues se está desarrollando en una de las zonas de captación de agua que alimentan al Sistema Cutzamala.
«Esta zona es proveedora del 37 por ciento de agua que dota el Sistema Cutzamala a la Ciudad de México y el Valle de Toluca», refirió Magdalena Flores, asesora en comunicación del Observatorio Ciudadano.
En sobrevuelos en la zona se aprecia que para el paso de maquinaria y las labores de construcción, ya fueron trazados veredas y caminos en medio del bosque y se talaron árboles, además de que se han desviado cauces de canales y ríos de la zona.
Habitantes de Valle de Bravo recordaron que durante 2021 presentaron diversas denuncias ante la Semarnat, Profepa y Propaem para que las obras sean detenidas, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.