Francia, Alemania, Italia, España, Dinamarca y Suecia expulsaron en dos días a unos 150 diplomáticos rusos, un gesto que marca una nueva degradación de las relaciones con Moscú después de que salieran a la luz masacres de las que se acusa a Rusia.
Italia decidió expulsar 30 diplomáticos rusos por razones de «seguridad nacional», según dijo el martes el Ministro italiano de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio.
«Esta medida, tomada en común acuerdo con nuestros socios europeos y atlánticos, ha sido necesaria por razones vinculadas a nuestra seguridad nacional y en el contexto de la situación actual de crisis relacionada con la agresión injustificada de Ucrania por parte de la Federación de Rusia», dijo el jefe de la diplomacia italiana.
Los países occidentales manifestaron este fin de semana su repulsión tras el hallazgo de decenas de cadáveres vestidos de civil en Bucha, al noroeste de la capital de Ucrania, tras la retirada de las fuerzas rusas.
Rusia niega su implicación en los hechos y denuncia un «montaje» de Kiev para denigrar la imagen de los soldados rusos.
Tras salir a la luz las informaciones de Bucha, Lituana anunció el lunes la expulsión del Embajador de Rusia «en respuesta a la agresión militar de Rusia contra la Ucrania soberana y a las atrocidades cometidas por las fuerzas armadas rusas».
Ese mismo día, Alemania comunicó que expulsaba «un elevado número» de diplomáticos rusos destinados en Berlín, según la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock. De acuerdo con informaciones de la AFP, serían 40.
Estos empleados de la embajada de Rusia son una «amenaza para las y los que buscan protección entre nosotros», dijo. Alemania recibe a más de 300 mil refugiados ucranianos que han huido de los combates en su país desde el 24 de febrero.
Unos 260 expulsados en total
Poco después, Francia anunciaba la expulsión de 35 diplomáticos rusos «cuyas actividades son contrarias a los intereses» del país, según una fuente cercana al ministerio francés de Exteriores.
El martes, Dinamarca también decidió expulsar a 15 diplomáticos rusos acusándolos de ser «agentes de inteligencia» que llevaron a cabo «actividades de espionaje en suelo danés», declaró el jefe de la diplomacia danesa, Jeppe Kofod.
Otro país escandinavo, Suecia, se sumó a la media con la expulsión de tres diplomáticos rusos.
Y España decidió expulsar a «alrededor de 25» diplomáticos rusos que representan «una amenaza para los intereses de seguridad» del país, anunció el ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares.
Varias Estados europeos ya habían tomado medidas similares.
El 29 de marzo, Bélgica anunció la expulsión en 15 días de 21 personas que trabajaban para la embajada y el consulado de Rusia, sospechosas de estar implicadas en «operaciones de espionaje e influencia que amenazan la seguridad nacional».
Países Bajos y Polonia siguieron sus pasos y también expulsaron a decenas de diplomáticos.
Según un recuento efectuado por la AFP, unos 260 diplomáticos rusos han sido expulsados en total de varios países de la Unión Europea desde el inició de la ofensiva rusa.
El Kremlin denunció, de su lado, «la falta de visión» de Europa al expulsar a numerosos diplomáticos, ya que el movimiento implica «la reducción de las posibilidades de comunicar en el ámbito diplomático en estas circunstancias difíciles», según expresó un portavoz, Dmitri Peskov.
«Y esto conllevará inevitablemente medidas de represalia», añadió.