Retener billetes falsos y alterados en los cajeros automáticos abre el riesgo de una detención indebida de las piezas de los usuarios, lo cual incrementaría el volumen de quejas, reclamaciones y sanciones impuestas a los bancos, alertó la Asociación de Bancos de México (ABM).
En un documento enviado al Banco de México (Banxico) en el que se encuentra la postura del gremio sobre el proyecto de obligar a los bancos a detectar billetes falsos en los cajeros automáticos, se advierte que la medida también desincentivaría el uso de los dispensadores de dinero o ATMs para realizar operaciones de pago de créditos, bienes o servicios.
«Consideramos que las obligaciones establecidas en el proyecto, que implican la creación y aplicación de una infraestructura tecnológica que a la fecha no existe en ATMs, son desproporcionales, desincentivando la competitividad, y el funcionamiento eficiente de los mercados.
«Es una obligación de imposible cumplimiento, desproporcionada, y no razonable», dice el documento firmado por Juan Carlos Jiménez Rojas, representante legal de la Asociación.
La medida también conlleva un impacto operativo y financiero que consiste en que las piezas presuntamente falsas estarán integradas con el resto del efectivo recibido en los cajeros automáticos.
Esto obligaría a forzar un proceso de corte en los cajeros automáticos por cada evento, lo cual conlleva gastos operativos excesivos que incrementarán respecto de ATMs que se ubiquen en zonas fuera de sucursales, sostuvo.
Al cierre de 2020, Banxico captó 264 mil 29 piezas falsas, que representan un cociente de 44.4 piezas falsas por cada millón de piezas auténticas en circulación, refirió.
«El porcentaje de piezas presuntamente falsas es residual y menor en función de la transaccionalidad anual de billetes, por lo que consideramos no se justifica el alto costo e inversión que se tendría que realizar para desarrollar, implementar y adquirir dichos equipos e incorporarlos a la red de ATMs, y el riesgo de que se retengan indebidamente piezas a clientes, o bien, que se desacelere el crecimiento que han venido teniendo año con año la red de ATMs en el País», aseveró.
ABM señaló que el proyecto de Banxico no contempla el que los bancos cuentan con procesos para ir renovando su tecnología, con presupuestos anuales y planes de negocios con una duración de entre 5 y 10 años, lapso que toma en consideración el tiempo de la obsolescencia de los ATMs.
Lo anterior se vería afectado al modificar toda la red de cajeros, además de que los bancos incurrirían en gastos adicionales en la asistencia a los ATMs por parte de las empresas de traslado de valores, apuntó.