Algunos pueden pensar que es un tema que no se debe discutir públicamente, pero nos afecta a todos: ¿Con qué frecuencia se deben cambiar y lavar las sábanas?
BBC News/Mundo
Algunas investigaciones han demostrado que el público no puede ponerse de acuerdo sobre la respuesta, y una nueva encuesta a 2.250 adultos en el Reino Unido encontró otra división.
Casi la mitad de los hombres solteros dijeron que no lavan sus sábanas durante cuatro meses seguidos, y 12% admitió que las lava cuando se acuerda, lo que podría suponer incluso más tiempo.
«Ese no es realmente un buen plan», le dice a la BBC la doctora Lindsay Browning, psicóloga colegiada, neurocientífica y experta en sueño.
Las mujeres solteras las cambian con más frecuencia: un 62% dijo lavar su ropa de cama cada dos semanas y las parejas afirmaron hacerlo cada tres semanas, según datos de una empresa de ropa de cama.
¿Por qué tenemos que cambiar nuestras sábanas?
La doctora Browning dice que deberíamos cambiar nuestras sábanas una vez a la semana o cada dos semanas como máximo.
La higiene es un factor importante, y una de las razones es el sudor. Si alguna vez has intentado dormir en una ola de calor, sabrás lo difícil que puede ser.
«El sudor entra en las sábanas, lo que hace que no solo tengan un olor desagradable, sino que también se obstruyan bastante», explicó Browning.
Necesitamos tener flujo de aire para sentirnos frescos cuando dormimos, ya que es cuando conseguimos el mejor sueño, aseguró la especialista.
Pero no solo debemos pensar en el sudor. Nuestras propias células muertas de la piel, de las que nos deshacemos durante el sueño, también son una preocupación.
«Si no lavas las sábanas lo suficiente, las células muertas de tu piel se acumularán en estas sábanas».
¿Suena horrible? Se pone peor. Esa acumulación significa que pequeñas criaturas conocidas como ácaros pueden alimentarse de esas células, causando molestias y erupciones en la piel.
«No solo dormirás con la asquerosidad del sudor y las células muertas de la piel, sino también con los ácaros».
¿Importa la época del año?
Más o menos.
«Podemos ser un poco más indulgentes en los meses de invierno, pero una vez a la semana sería ideal», señaló Browning.
Si cambias las sábanas más allá de cada dos semanas, «te estás metiendo en un territorio no tan bueno», insistió.
A pesar de que sudamos menos en el invierno, todavía te estás deshaciendo de las células muertas de la piel. «Y todavía te vas a la cama con las manos un poco sucias, el mismo aliento saliendo de tu boca», añadió.
Un 18% de los encuestados dijo que ducharse por la noche, para que las sábanas no se ensucien, era una razón para no cambiar la ropa de cama con tanta frecuencia.
La doctora Browning señaló que el verano trae el problema adicional de la fiebre del heno y el polen.
«Es realmente importante lavar las sábanas regularmente porque esos alérgenos impregnarán la cama, lo que hará que tengas congestión».
Un santuario
Entre las razones para no cambiar la ropa de cama con más frecuencia, un 67% de los encuestados dijo que se olvidaba, un 35% que no quiere tomarse la molestia, y un 22% afirmó no tener otra ropa de cama limpia. El 38% aseguró que no creía que la ropa de camatenía que lavarse «más a menudo», según la investigación de Pizuna Linens.
La doctora Browning indicó que el dormitorio debe ser un «santuario» para dormir y «un lugar maravilloso y agradable donde nos sintamos felices».
A sus pacientes que padecen insomnio, les dice: «Si tus sábanas no están lavadas y se ven sucias, o huelen, eso se suma a esa sensación de que tu cama no es el lugar donde quieres estar».
«Si nos metemos en la cama y nos sentimos relajados, cómodos y felices, ese olor a ropa de cama nueva nos ayuda a sentirnos tranquilos y felices».