Especial
La pequeña padecía síndrome de Alagille, enfermedad hereditaria poco frecuente que causa múltiples afecciones, principalmente al hígado, donde se produce cirrosis y la consecuente falla hepática.
Ya la paciente, originaria de Monclova, había recibido un órgano el pasado 27 de marzo, en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 25 del IMSS, en Monterrey, pero al quinto día de la cirugía para el trasplante se presentó una complicación por trombosis de arteria hepática.
El avance se había perdido.
A partir de ese momento, la muerte para Sofía parecía inminente.
El 4 de abril, el caso se planteó como «Código 0», clasificado como urgencia nacional por el Centro Nacional de Trasplantes: Se realizaría la cirugía con la próxima donación de hígado de cualquier lugar o institución del País.
Dos horas después, brilló la esperanza de nuevo: había un hígado para Sofía. El órgano fue donado por Juan, un adolescente de 16 años, de Abasolo, Guanajuato. Las características de peso, talla y hasta grupo sanguíneo del jovencito eran compatibles con las de la niña.
Pero existía un obstáculo: el chico había resultado positivo a Covid-19.
El grupo multidisciplinario de especialistas de la UMAE No. 25 se encontraba ahora frente a un reto inédito, así que analizó el protocolo internacional para determinar la viabilidad de colocar en Sofía un órgano donado por un paciente con muerte cráneo encefálica, pero con prueba positiva a SARS-CoV-2.
«Sabíamos que no íbamos a encontrar otra oportunidad como ésta», dijo el médico Gerardo Luna López, jefe de la División de Trasplantes de la unidad médica del Seguro Social.
¡EL PROCESO!
El comité de trasplantes del centro hospitalario analizó el costo-beneficio de dicho trasplante. Aunque era positivo a Covid-19, el donante se había mostrado asintomático, su carga viral no era de alta contagiosidad y su muerte fue por una razón distinta: una grave lesión neurológica.
Los médicos reforzaron la viabilidad del trasplante ofreciendo a la paciente un tratamiento profiláctico para protegerla del contagio viral.
Con tales argumentos a favor, el equipo que entregaría el hígado acudió al Hospital General de Irapuato de la Secretaría de Salud para extraer el órgano y traerlo a Nuevo León, donde los cirujanos especialistas en trasplantes trabajaron durante seis horas para colocarlo en la niña.
Luna López explicó que el trasplante de hígado es un proceso de alta complejidad quirúrgica, ya que hay cuatro estructuras que deben ser conectadas al cuerpo del receptor: la arteria hepática, la vena porta, las venas suprahepáticas y la vía biliar
Todas ellas se conectan con calibres milimétricos que requieren extrema precisión para embonar y funcionar adecuadamente.
La cirugía resultó exitosa: no dejó datos de infección viral en la receptora ni en los cirujanos y, aseguró el IMSS en un comunicado, marcó un precedente en la historia del instituto en todo el País.
«Esto marcará una tendencia para la ciencia médica. Ahora sabemos que se puede investigar y tomar la mejor decisión en este tipo de casos para no desaprovechar órganos donados por pacientes asintomáticos con Covid-19», dijo Luna López.
¡VUELVE A CASA!
Pasaron las 72 horas críticas en cuidados intensivos y el pasado jueves 21 de abril, la paciente regresó a su hogar con buen pronóstico de vida y podrá realizar sus actividades normales.
Para José Manuel Pavón Sánchez, médico de Terapia Intensiva Pediátrica, fue muy importante la coordinación de todas las disciplinas médicas que interactuaron en este caso.
«Me siento muy orgulloso de formar parte de la institución, de este gran equipo de salud, de saber que contamos con un gran respaldo de nuestros jefes, de nuestros directivos», compartió.
«Siento orgullo de saber que a través de mi trabajo pudimos cambiar la vida de Sofía. Esto, para uno como profesional, es muy alentador, es gasolina para seguir haciendo las cosas cada vez mejor».
José María Sepúlveda Núñez, director general de la UMAE No. 25, comentó que es un honor contar con un gran equipo de trabajo.
«El primer trasplante que se realiza con un hígado de un paciente con prueba Covid-19 positiva era un gran reto que asumió un gran equipo de trabajo y, afortunadamente, salió exitoso», dijo.
Sofía ya fue dada de alta. El equipo médico que participó en la intervención espera que la salud de la niña siga así, evolucionando positivamente.
«Estoy muy agradecida con los doctores por darle prioridad a mi hija y hacer todo por salvarle la vida», dijo la mamá de la pequeña. (Información Reforma).