SALTILLO, COAHUILA.- Con unos 45 platillos para llevar, arrancó nuevamente sus operaciones del comedor “Monseñor Francisco Villalobos Padilla”, de la parroquia San Patricio Misionero, en la colonia Brisas, que sufrió los embates de la pandemia y el alza de precios, impactando en una reducción de los servicios que otorga de manera gratuita.
Aunque el comedor trabaja desde hace 6 años, en los últimos dos cerró por la pandemia, pero desde el pasado 15 de marzo volvió a abrir sus puertas, con la modalidad para llevar.
De manera regular se realizan hasta 110 platillos, pero tras su apertura, esta cifra disminuyó hasta los 45.
Los beneficiarios son en su mayoría migrantes, pero también acuden vecinos de otras colonias que requieren alimentos.
Los días de servicio son los martes y los jueves, los beneficiarios acuden a la 1:00 de la tarde.
Karina Mancillas, coordinadora del comedor, asegura que muchos de los productos que utilizan para cocinar platillos, como enchiladas, pozole y otros, provienen de donaciones, pero en muchas ocasiones toma dinero de su hogar para completar.
“Agarro para comprar tomate o para un quesito y ponerle a los alimentos, pero todo eso se traduce en bendiciones para mí y para mi familia”, mencionó.
GASTAN 10 MIL EN DESPENSAS
Tan solo para las despensas que se entregan a las personas necesitadas, se erogan alrededor de 10 mil pesos, y anteriormente se gastaban cerca de los 18 mil, dijo Karina Mancillas.
Para formar las 75 despensas, se tiene el gran apoyo de los integrantes de Cáritas Parroquial, quienes hacen distintas actividades para poder completar los productos.
Se realizan rifas, venta de comida y muchas otras actividades para lograr estos recursos, y cuando no se completa, durante las misas se pone a la venta producto para obtener fondos.