Unión, familia y cariño son conceptos que se perciben en cada detalle de la fantástica colección de autos clásicos de la familia Navarro, también conocidos como El Garage de Pepino, pasión que a lo largo de los años se ha convertido en un impulso y actividad familiar.
En entrevista, Juan José Navarro, quien cuenta con el premio Nacional Vintage como promotor de autos antiguos, comentó que esta pasión inició en 1980, cuando su padre le regaló un Karmann Ghia 1959, ya que no contaba con las posibilidades de comprar un auto nuevo.
A partir de ese momento comenzó su gusto por los autos clásicos, pues le encantó la idea de tener un auto diferente al que tenían sus amigos, y llegó a tal punto que la gente ya lo reconocía y ubicaba con este auto.
Posteriormente, esta pasión la compartiría con su persona favorita, su esposa, quien también estaba vinculada al arte de las cuatro ruedas y para entrar con el pie derecho a la familia, Juan José le compró a su cuñado un Barracuda 1969.
El gusto por los autos continuaría con los hijos, Juan José y Carlos Alberto, quienes desde niños han participado junto a sus padres en diferentes eventos de autos clásicos a nivel nacional y en el extranjero.
Dicen que recordar es vivir, y para Juan José hijo todos los momentos complicados abordo de un auto se convirtieron en filosofía de vida, en los que su padre les inculcó a su hermano y a él no temer ante una situación difícil y siempre buscar una solución ante cualquier problema.
Por su parte, Carlos Alberto recuerda con nostalgia cuando su madre lo llevaba a la escuela en los espectaculares autos clásicos de la familia y sentía cómo todas las miradas se perfilaban hacia ellos. Sin duda una pasión que nació desde su cuna y los ha mantenido unidos.
En la envidiable colección de El Garage de Pepino se observan autos únicos, entre los que se destaca un Ford Mustang Fastback 1965, que fue el segundo en llegar a México, así como la carismática Ford Bronco 1976 y el Valiant Super Bee 1972, que en su época fue el auto más rápido de México.
Por último, Juan José padre mencionó que existen cosas que cuestan y otras que valen, y los autos clásicos es la segunda, ya que no los encuentras en cualquier camino.