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Astrónomos alrededor el mundo revelaron este jueves la primera imagen del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, conocido como Sagittarius A*, según informó el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) en un comunicado. Según los científicos, esta imagen «proporciona una evidencia abrumadora de que el objeto es de hecho un agujero negro y arroja pistas valiosas sobre su funcionamiento».
Esta foto representa la primera observación directa que confirma la presencia de Sagittarius A*, como el corazón palpitante de esta galaxia.
Los científicos explicaron que el agujero negro está a unos 27.000 años luz de distancia de la Tierra. Por eso parece tener «aproximadamente el mismo tamaño en el cielo que una rosquilla en la Luna», aunque es supermasivo.
Captar un agujero negro en equipo
La imagen la captó el Event Horizon Telescope (EHT), una formación que unió a ocho observatorios de radio existentes en todo el planeta para formar un solo telescopio virtual «del tamaño de la Tierra», explicó el ESO. «El telescopio lleva el nombre del horizonte de sucesos, el límite del agujero negro más allá del cual no puede escapar la luz», añadió el observatorio. En este esfuerzo participaron más de 300 investigadores de 80 instituciones.
De hecho, la imagen que ahora conocemos del agujero negro Sgr A* es un promedio de las diferentes imágenes que la el EHT ha extraído de sus observaciones de 2017.
El ESO explicó en su comunicado que, si bien no se puede observar el agujero negro en sí porque está completamente oscuro, el gas brillante a su alrededor ofrece una evidencia clave: «una región central oscura (llamada sombra) rodeada por una estructura similar a un anillo brillante». Es decir, la nueva imagen revela la luz desviada por la poderosa gravedad del agujero negro, «que es cuatro millones de veces más masivo que nuestro Sol».
A los astrónomos les tomó años poder captar y confirmar esta imagen y este descubrimiento. Anteriormente, los científicos observaron estrellas que orbitaban algún objeto masivo e invisible en el centro de la galaxia.
«Nos sorprendió lo bien que el tamaño del anillo coincidía con las predicciones de la Teoría de la Relatividad General de Einstein», dijo Geoffrey Bower, científico del proyecto EHT, del Instituto de Astronomía y Astrofísica, Academia Sinia, en Taipei. «Estas observaciones sin precedentes han mejorado enormemente nuestra comprensión de lo que sucede en el mismo centro de nuestra galaxia, y ofrecen nuevos conocimientos sobre cómo estos agujeros negros gigantes interactúan con su entorno», añadió.