El gobierno de Estados Unidos está considerando presentar una queja bajo un acuerdo comercial regional por presuntos abusos laborales contra una planta de autopartes en el norte de México propiedad de Stellantis, con sede en Países Bajos, dijeron a Reuters dos funcionarios laborales mexicanos.
Si el Representante Comercial estadounidense retoma la investigación de Teksid Hierro de México, ubicada en el estado de Coahuila, sería la cuarta denuncia laboral contra una empresa extranjera en el país desde que entró en vigor el T-MEC.
El acuerdo, suscrito por Canadá, Estados Unidos y México, busca mejorar las condiciones en los lugares de trabajo mexicanos, entre otros objetivos.
La oficina del Representante Comercial y el Departamento de Trabajo de Estados Unidos se negaron a comentar.
Cuando se le preguntó sobre la posible investigación laboral en la planta de Coahuila, Stellantis señaló que respeta los derechos de negociación colectiva y cumplirá con las leyes locales.
Bajo las reglas más estrictas del nuevo pacto comercial, que reemplazó al TLCAN, las fábricas que violen los derechos de los trabajadores podrían perder su condición de exportar sin aranceles. Las compañías han estado observando de cerca estos primeros casos para ver cómo se desarrollan las nuevas reglas.
Teksid, que emplea a casi mil 500 personas y fabrica fundiciones de hierro para vehículos pesados, se ha visto envuelta desde 2014 en una disputa sindical que, según los activistas laborales, ha impedido que los trabajadores estén representados por un grupo de su elección.
Los defensores de los empleados también dicen que algunos fueron despedidos después de apoyar a ese colectivo, conocido como Sindicato Nacional de Mineros.
Las autoridades laborales de Estados Unidos dijeron al gobierno de México a principios de mayo que estaban considerando abrir una queja en Teksid tras denunciar los sindicatos el caso, según Alejandro Encinas, jefe de la Unidad de Política Laboral y Relaciones Institucionales de la Secretaría de Trabajo mexicana.
«Estados Unidos está en revisión del caso», detalló.
Encinas no nombró a los sindicatos que plantearon el asunto a los representantes del país vecino.
El funcionario y el director del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, Alfredo Domínguez, explicaron que las autoridades estadounidenses tenían 30 días desde que recibieron la petición para evaluar si proseguían con el asunto bajo el Mecanismo de Respuesta Rápida del T-MEC.
Las quejas anteriores también fueron dirigidas al sector automotriz, con investigaciones al fabricante de automóviles estadounidense General Motors, al conglomerado japonés Panasonic y a una fábrica de propiedad estadounidense Tridonex