El Banco de México (Banxico) prevé ahora un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del País de entre 1.6 y 2.8 por ciento en 2022, con una estimación central de 2.2 por ciento, menor al 2.4 por ciento proyectado anteriormente.
Para 2023 se anticipa una expansión del PIB de entre 1.4 y 3.4 por ciento, con una estimación central de 2.4 por ciento frente al 2.9 por ciento previsto en su informe anterior.
Además, el banco central prevé que la inflación general anual continúe aumentando en 2022; se ubicaría en 6.4 por ciento al cuarto trimestre del año y la subyacente en 5.9 por ciento debido a que persisten las disrupciones en cadenas globales de suministro y fuertes presiones inflacionarias por el conflicto Ucrania-Rusia.
«También se anticipan mayores presiones en la inflación de los energéticos. Si bien los choques que han resentido las referencias internacionales, se traspasarían sólo parcialmente a los precios al consumidor dadas las políticas gubernamentales relacionadas. La revisión del pronóstico incorpora los efectos del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC)», agregó.
En ese sentido, la subgobernadora Irene Espinosa precisó que la política monetaria de Banxico debe darse con la magnitud que exigen los elevados niveles de inflación para generar la credibilidad de que el banco central hará lo que sea necesario para reducirla, pues de lo contrario habrá un mayor costo económico.
«En la medida en que actuemos de forma oportuna y en la magnitud que nos exigen los niveles de inflación que estamos viendo, veremos que la inflación comience a caer y generaremos esa credibilidad de que estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograr esta meta del 3 por ciento (de la inflación)», indicó.
Sin embargo, aclaró que el número de alzas a la tasa de interés y la magnitud de las mismas dependerán de la evolución de la inflación y sus expectativas, así como de los determinantes alrededor de ella.
«En la medida en que no actuemos de manera oportuna, estas expectativas (inflacionarias) pueden mantenerse elevadas o deteriorarse y el proceso de reversión de mejorarlas va a implicar un esfuerzo mucho más importante por parte de la política monetaria y con ello un costo mayor para la economía», advirtió.
La Gobernadora Victoria Rodríguez Ceja sostuvo que la Junta de Gobierno actuará con la contundencia necesaria, por lo que podrían registrarse incrementos en la tasa de interés mayores a los observado históricamente.
Asimismo, enfatizó que no existe en el escenario una posible recesión económica hacia principios de 2024, periodo en el que se estima que la inflación convergerá a su objetivo de 3 por ciento.
En el reporte, Banxico proyectó que la inflación general anual descendería a partir del tercer trimestre del año y a lo largo de 2023, al igual que la subyacente, pero será hasta el primer trimestre de 2024 cuando se ubique en la meta de 3 por ciento.
Los subgobernadores Gerardo Esquivel y Galia Borja consideraron que se pueden poner sobre la mesa posibles alzas de 75 puntos base de ser necesario, pero es un factor que aún no está decidido y dependerá de varios factores.