La terapia por captura neutrónica de boro (BNCT, según sus siglas en inglés) se basa en la destrucción de células tumorales malignas mediante la acumulación en ellas del isótopo boro-10 y su posterior irradiación con un haz de neutrones.
Quince perros y gatos con tumores malignos fueron curados por expertos de la Universidad Estatal de Novosibirsk (NSU) y del Instituto de Física Nuclear (INP) Budker, de la rama siberiana de la Academia Rusa de Ciencias, gracias a la terapia por captura neutrónica de boro (BNCT). Se trata de prometedor método para el tratamiento del cáncer consistente en la destrucción selectiva de células tumorales malignas mediante la acumulación en ellas del isótopo boro-10 y su posterior irradiación con un haz de neutrones.
Los investigadores resaltan que se trata del primer tratamiento del mundo ‘in vivo’ en grandes mamíferos mediante un acelerador de este tipo, lo que despeja el camino hacia los ensayos clínicos con humanos.
«A los gatos y perros se les inyectó un fármaco que contenía boro y se los irradió con una fuente acelerador de neutrones, después de lo cual los tumores retrocedieron y el estado general de los animales mejoró«, comunicó este martes el Instituto Budker. El procedimiento de irradiación duró dos horas de promedio e incluyó solo animales con tumores espontáneos (no injertados, como en los ratones de laboratorio).
Durante la interacción del boro [el isótopo natural no radiactivo boro-10] y un neutrón se produce una reacción nuclear de la que nacen partículas de alta energía (una partícula alfa y un núcleo atómico de litio). Estas partículas con un alcance de 5-9 micras (comparable al diámetro de una célula de mamífero), destruyen las células tumorales sin afectar a las sanas.
«El efecto se obtuvo no solo en cultivos celulares y ratones de laboratorio, sino también en grandes mamíferos: gatos y perros, y, más tarde, posiblemente, en conejos y cerdos. En un sentido amplio, esta es una etapa obligatoria en la introducción de las tecnologías BNCT en la práctica médica», comentó Vladímir Kanygin, el autor del estudio.