El alma del TD Garden, combinado con la rudeza, fortaleza y ganas de sacar el triunfo de todos los jugadores de Celtics, terminaron por borrar a los Warriors.
Boston derrotó 116-100 a los Warriors de Golden State en casa, primer partido de Finales en esta ciudad desde hace 12 años. Los Celtics ganan 2-1 la serie y les faltan dos victorias más para conseguir el anhelado título número 18.
Lo más de 19 mil fanáticos que se dieron cita esta noche no dejaron de apoyar en ningún momento a sus muchachos, que enseñaron que pueden frenar a cualquiera defensivamente.
Es un duelo clave, y que quizá podría definir el titulo, pues en las anteriores 39 ocasiones que se llegaba a las Finales con empata a 1-1, el equipo que logró el triunfo en el Juego 3 terminó llevándose el campeonato en el 82 por ciento de las ocasiones.
Jaylen Brown con 27 unidades, Jayson Tatum con 26 tantos y Marcus Smart con 24 puntos fueron el motor a la ofensiva, pues ellos y el resto del equipo defensivamente fueron un dolo de cabeza para los californianos.
Stephen Curry anotó 31 puntos, pero cuando los Warriors por fin lograron quitarse una desventaja de 18 puntos en el tercer cuarto, llegó la defensa y puso orden.
Boston retomó el ritmo y terminaron ganando.
El Juego 4 será el viernes por la noche en este mismo manicomio.
«Mi mensaje para el equipo fue: ‘Hemos hecho esto después de las derrotas. Ahora, tenemos que hacerlo después de una victoria'», reveló el coach Ime Udoka, de Celtics, acerca de qué les dijo a sus muchachos para regresar de la derrota del domingo en San Francisco y donde los dejaron en 88 puntos.
Draymond Green sabe que no hizo un gran trabajo. El equipo necesita que sume rebotes y agregó: «Seremos mejores. Estaré mejor yo para el siguiente juego».