(CNN) — “Elige ser optimista. Se siente mejor», dice el Dalai Lama.
Pero ser optimista no solo se siente mejor, también puede alargar la vida. Los niveles más altos de optimismo se asocian a una mayor longevidad y a una mayor probabilidad de vivir más allá de los 90 años, según un nuevo estudio de casi 160.000 mujeres de diferentes razas y orígenes.
Los factores relacionados con el estilo de vida saludable, como la calidad de la dieta, la actividad física, el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo y el consumo de alcohol, representaron menos de una cuarta parte de la asociación entre la longevidad y el optimismo, según el estudio publicado este miércoles en la revista académica Journal of the American Geriatrics Society.
«Aunque el optimismo en sí mismo puede estar determinado por factores sociales estructurales, nuestros hallazgos sugieren que los beneficios del optimismo para la longevidad pueden ser válidos para todos los grupos raciales y étnicos», dijo el autor principal Hayami Koga, estudiante de postdoctorado en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, en un comunicado.
«El optimismo puede ser un importante objetivo de intervención para la longevidad en diversos grupos», añadió Koga.
Un conjunto creciente de investigaciones
Este no es el primer estudio que encuentra un fuerte vínculo entre la longevidad y mirar el lado bueno de la vida.
Un estudio de 2019 descubrió que tanto los hombres como las mujeres con los niveles más altos de optimismo tenían una vida media entre el 11% y el 15% más larga que las personas que practicaban poco el pensamiento positivo. De hecho, los optimistas con mayor puntuación tenían más probabilidades de vivir hasta los 85 años o más.
Los resultados se mantuvieron, según el estudio, incluso tomando en consideración el nivel socioeconómico, las condiciones de salud, la depresión, el tabaquismo, el compromiso social, la mala alimentación y el consumo de alcohol.
Según los expertos, el optimismo no significa ignorar los factores de estrés de la vida. Pero cuando ocurren cosas negativas, las personas optimistas son menos propensas a culparse a sí mismas y más a ver el obstáculo como algo temporal o incluso positivo. Los optimistas también creen que tienen control sobre su destino y pueden crear oportunidades para que sucedan cosas buenas en el futuro.
Ser optimista también mejora la salud, según los estudios. Investigaciones anteriores han encontrado una relación directa entre el optimismo y comportamientos más saludables en cuanto a la dieta y el ejercicio, así como una mejor salud cardíaca, un sistema inmunológico más fuerte, una mejor función pulmonar y un menor riesgo de mortalidad, entre otros.
Tú también puedes ser optimista
Los estudios en gemelos han descubierto que solo un 25% de nuestro optimismo está programado por nuestros genes. El resto depende de nosotros y de cómo respondamos a cuando la vida nos da «limones». Si eres más propenso a amargarte cuando estás estresado, no te preocupes. Puedes entrenar a tu cerebro para que sea más positivo.
Una de las formas más eficaces de aumentar el optimismo es el método del «mejor yo posible», según un metaanálisis de los estudios existentes. En esta intervención, te imaginas a ti mismo en un futuro en el que has conseguido todos tus objetivos y todos tus problemas se han resuelto.
Comienza a escribir durante 15 minutos sobre los aspectos específicos que has logrado y dedica cinco minutos a imaginar cómo se ve y se siente esa realidad. Practicar esto a diario puede mejorar significativamente tus sentimientos positivos, dicen los expertos.
En un estudio realizado en 2011, los estudiantes practicaron el ejercicio del “mejor yo posible” durante 15 minutos una vez a la semana durante ocho semanas. No solo se sintieron más positivos, sino que los sentimientos duraron unos seis meses.
Otra forma de reforzar el optimismo es llevar un diario dedicado únicamente a las experiencias positivas que se han vivido ese día. Con el tiempo, ese enfoque en lo positivo puede remodelar tu perspectiva de la vida, dicen los expertos.
Tomarse unos minutos cada día para escribir lo que te hace estar agradecido también puede mejorar tu perspectiva de la vida. Varios estudios han demostrado que practicar el agradecimiento mejora las habilidades de afrontamiento positivo al romper el típico estilo de pensamiento negativo y sustituirlo por el optimismo. Contar las bendiciones incluso disminuye el comportamiento problemático en los adolescentes.
Al igual que el ejercicio, los ejercicios de optimismo deben practicarse con regularidad para mantener la perspectiva positiva del cerebro en buena forma, dicen los expertos. Pero, ¿no merece la pena tener una vida más larga, más feliz y más positiva?